La mayoría de los nutrientes en los que las plantas son ricas se encuentran en sus semillas. No es de extrañar que las sabrosas y saludables semillas de girasol y calabaza se hayan convertido en una delicia favorita en muchos países.
Los beneficios de las semillas de girasol
Un girasol originario de América del Norte y del Sur. Entre los aztecas y los incas, esta gran flor brillante se consideraba un símbolo del sol. La planta fue traída a Europa por los conquistadores.
Las semillas de girasol contienen un rico conjunto de oligoelementos: fósforo, selenio, cobre, zinc, magnesio, potasio, hierro, ácidos grasos poliinsaturados, proteína vegetal, vitaminas del grupo B, C, E. 100 g de semillas cubren sobradamente la necesidad humana porque la vitamina E, que es el antioxidante más fuerte, está involucrada en la regeneración de las células del cuerpo y en la interacción de las moléculas de oxígeno con las células.
Los oligoelementos contenidos en las semillas de girasol son necesarios para el correcto funcionamiento de los sistemas corporales más importantes: musculoesquelético, cardiovascular y gastrointestinal. Las semillas estimulan los intestinos actuando como un laxante suave. Además, regulan la acidez del estómago. Gracias a esto, un puñado de semillas ayudará a hacer frente a la acidez estomacal. Sin embargo, las semillas tostadas pierden la mayoría de sus propiedades beneficiosas.
Solo son útiles las semillas de girasol sin pelar sin tostar. El tratamiento térmico destruye muchas sustancias útiles que contienen.
Daño a las semillas de girasol
Hay que tener en cuenta el alto contenido calórico de las semillas de girasol: 580 kcal por 100 g de producto. En consecuencia, el consumo excesivo de semillas puede ir en detrimento de la figura. Romper la cáscara con los dientes daña el esmalte dental, por lo que es mejor limpiar las semillas con los dedos.
El lugar donde creció el girasol es de gran importancia. Esta flor absorbe todas las sustancias nocivas del suelo, incluidas las sales de metales pesados. Por lo tanto, las semillas de girasol cultivadas cerca del costado de una carretera o ferrocarril serán simplemente dañinas.
Los beneficios de las semillas de calabaza
Las semillas de calabaza son tan saludables como las semillas de girasol y son casi tan populares. Las semillas de calabaza contienen ácidos grasos poliinsaturados, aminoácidos, vitaminas A, C, B1, aceite esencial, potasio, calcio, magnesio, hierro. Las semillas de calabaza pueden considerarse campeonas del mundo vegetal en términos de contenido de zinc. Este oligoelemento es especialmente importante para los hombres para la prevención y el tratamiento de enfermedades de la próstata. Además, el zinc interviene en la regulación de los niveles de azúcar en sangre y es muy beneficioso para los diabéticos.
Los ácidos grasos poliinsaturados y los aminoácidos que se encuentran en las semillas de calabaza son esenciales para el funcionamiento de los sistemas cardiovascular e inmunológico. Las semillas de calabaza ayudarán a aliviar la toxicosis del embarazo temprano. Las semillas trituradas mezcladas con miel son un excelente antihelmíntico. Al igual que las semillas de girasol, es mejor no freír las semillas de calabaza, sino secarlas al sol o en un horno fresco, para no destruir los nutrientes que contienen. Las semillas de calabaza peladas no solo pierden sus propiedades beneficiosas durante el almacenamiento a largo plazo, sino que también adquieren un regusto desagradable.
Las semillas masticadas se utilizan con éxito como un agente anti-quemaduras y cicatrizante de heridas cuando se aplican en el área afectada del cuerpo.
Daño a las semillas de calabaza
Una piel de semilla suficientemente dura puede dañar el esmalte de los dientes, por lo que es mejor limpiar las semillas con los dedos. Las semillas de calabaza son muy ricas en calorías, por lo que un consumo excesivo puede provocar un aumento de peso no deseado.