El requesón es muy útil para el cuerpo del niño, pero no todos los niños aceptan comerlo. Puede intentar salir de esta situación preparando un plato que no solo sea sabroso y saludable, sino también atractivo para el bebé.
Ingredientes:
- 2 huevos de gallina;
- 200 g de requesón (bajo en grasa);
- 2 cucharadas Sáhara;
- Una pizca de sal de cocina;
- 6 cucharadas harina.
Preparación:
- Mata el requesón con una batidora de inmersión (o de otra forma que te resulte conveniente) hasta obtener una consistencia homogénea. Gracias a esto, las albóndigas estarán más tiernas y su bebé no notará la presencia de requesón.
- Mezcle el requesón con azúcar y una pizca de sal de cocina y mezcle bien.
- Agregue los huevos de gallina a la cuajada y bata con una licuadora o con la mano hasta que quede suave.
- Tamizar la harina y añadir un poco a la mezcla de requesón y huevo. No es necesario agregar mucha harina. De lo contrario, la masa se volverá demasiado empinada y las albóndigas estarán duras.
- Espolvorea harina sobre la mesa. Pon nuestra masa encima. Y extiéndalo con un rodillo, también previamente espolvoreado con harina. El grosor de nuestra capa debe rondar los 0,5 centímetros.
- Para que las albóndigas perezosas sean atractivas para un niño, debe tomar moldes, por ejemplo, para cortar galletas con forma, y recortar figuras de la masa con su ayuda. Extiende los esquejes y vuelve a cortar las figuras.
- Sacuda un poco las albóndigas preparadas de la harina y envíelas a agua hirviendo para que hierva. Revuelva para que no se peguen.
- Después de hervir, calmar el fuego y cocinar durante 7 minutos.
- Retire las albóndigas preparadas del agua con una espumadera, colóquelas en un plato. Al servir, encienda su imaginación. Puedes decorar con azúcar en polvo o crema agria, y poner encima las bayas que le gusten a tu bebé. En invierno, puede utilizar bayas frescas congeladas, conservas o mermeladas.