El pastel con albaricoques secos, preparado de acuerdo con una receta antigua, resulta no solo increíblemente sabroso, sino también saludable. El contenido de albaricoques secos en él aporta grandes beneficios al cuerpo humano, saturándolo con minerales, vitaminas, ácidos orgánicos y pectinas.
Es necesario
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- Para la prueba:
- agua - 2 vasos;
- harina - 700 g;
- levadura - 20 g;
- azúcar - 1 cucharada. l;
- sal - 1 cucharadita;
- aceite vegetal - 2 cucharadas
- Para rellenar:
- albaricoques secos de color ámbar - 1 kg;
- azúcar - 150 g
Instrucciones
Paso 1
Prepara la masa de levadura a modo de bizcocho. Para hacer esto, disuelva la cantidad requerida de levadura en agua tibia (30 ° C) y agregue la mitad de la harina y la mitad del azúcar. Colocar la masa durante una hora y media en un lugar cálido y cubrir con un paño para que alcance y duplique su volumen.
Paso 2
Cuando la masa suba, agregue sal, el resto de la harina, el azúcar y la mantequilla. Amasar la masa para que se desprenda fácilmente de los platos y no se pegue a las manos. Después de amasar, deje que la masa fermente durante 1, 5-2 horas. Durante la subida de la masa, amasa uno o dos.
Paso 3
Después de eso, extienda la masa en forma de óvalo, colóquela en una bandeja para hornear engrasada, enderezarla, perforarla en varios lugares con un tenedor, para que no se formen ampollas en el pastel al hornear. Coloque las rodajas de color ámbar transparente de albaricoques secos en una capa uniforme, doble suavemente el costado, cepille con jarabe de albaricoque seco, decore con flores de masa, que también están untadas con jarabe, espolvoree con semillas de amapola en el medio de la flor.
Paso 4
Prepare el relleno de la siguiente manera: lave los orejones, llénelos con agua caliente para cubrir los albaricoques secos, agregue azúcar y cocine a fuego lento durante unos diez minutos hasta que estén suaves. Luego, doble en un colador o colador y refrigere.
Paso 5
Hornea el bizcocho preparado de esta forma a una temperatura de 180-200 ° C hasta que esté tierno. Tan pronto como el bizcocho esté dorado, estará listo. En el pastel horneado, glasear suavemente el lado y los albaricoques secos con un cepillo (pincel) con el jarabe en el que se cocinaron los albaricoques secos. Espolvoree el pastel enfriado con azúcar de vainilla y córtelo en cuadrados o rectángulos.