El mangostán (o mangostán) es el fruto del árbol de mangostán originario de Tailandia y algunos otros países del sudeste asiático. Tiene la forma de una bola con un diámetro de hasta 7.5 mm, el color de la piel puede variar de rojo-violeta a violeta oscuro. La pulpa es blanca.
El mangostán sabe muy bien y también contiene muchas sustancias valiosas para el cuerpo, la mayoría de las cuales se encuentran en la cáscara. Los frutos maduros tienen un color intenso. El mangostán tiene un efecto antiinflamatorio, antibacteriano y antiviral en el cuerpo, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Comer la fruta ayudará a eliminar las alergias, los hongos, las enfermedades de la piel y los parásitos internos.
Las frutas fortalecen el sistema cardiovascular, nervioso, normalizan la circulación cerebral, el metabolismo y los procesos digestivos. El mangostán ayuda a limpiar el cuerpo, quemar grasas y reducir el peso, mejora la función del sistema endocrino, aumenta la vitalidad. Esta fruta se recomienda para su uso como medio de prevención del cáncer.
El mangostán es una buena fuente de vitaminas C y E, tiamina, riboflavina, magnesio, calcio, zinc, sodio y potasio. Contiene sustancias químicas naturales llamadas xantonas. Protegen eficazmente el sistema inmunológico, mejoran la función cerebral y ayudan al cuerpo a adaptarse rápidamente al entorno externo. Las kstantonas son antioxidantes más poderosos que las vitaminas E y C. Previenen el daño celular por los radicales libres, tienen efectos antibacterianos, antiinflamatorios y antifúngicos.
Los científicos estadounidenses han descubierto que las xantonas pueden desencadenar los procesos de autodestrucción de las células malignas del cuerpo.
El mangostán contiene grandes cantidades de bioflavonoides (catequinas y proantocianidinas). Las catequinas normalizan la permeabilidad capilar, aumentan la elasticidad de sus paredes y también tienen propiedades antimicrobianas. Las proantocianidinas estabilizan la producción de colágeno y elastina del cuerpo, que participan en la formación de tejido conectivo. También tienen un efecto positivo sobre las funciones del sistema cardiovascular.
Los bioflavonoides previenen y reducen el daño celular, tienen efectos antiinflamatorios, antialérgicos, antitumorales, promueven la eliminación de toxinas y toxinas y previenen el envejecimiento celular. Ayudan a mejorar las propiedades de la sangre, aumentan la resistencia del cuerpo al estrés, mejoran las funciones de la memoria, ralentizan el proceso de envejecimiento de la piel.
Es mejor comprar frutas grandes, ya que el mangostán pequeño contiene menos pulpa. La fruta debe estar firme al tacto. La cáscara de mangostán debe saltar ligeramente cuando se presiona. Las frutas que son demasiado duras y secas con la piel agrietada están demasiado maduras. Lava el mangostán antes de consumirlo. Luego corte la piel en la parte superior con un movimiento circular, teniendo cuidado de no tocar la pulpa. A continuación, haga cortes en los lados y el fondo de la fruta, retire con cuidado la cáscara.
No tires la cáscara, haz un té saludable con ella.
El mangostán se puede comer fresco, en almíbar o enlatado. No puedes congelarlo. La fruta debe almacenarse en un lugar seco que no debe estar frío. Se almacenan de 20 a 25 días. En el refrigerador, esta fruta se puede almacenar hasta 1-2 semanas.