Las verduras congeladas son una fuente de vitaminas y minerales durante la estación fría. El perejil congelado, el eneldo y las cebollas no solo mejorarán la apariencia del plato, sino que también lo llenarán con un aroma maravilloso en medio del invierno.
En invierno, a menudo desea disfrutar del sabor de las hierbas o verduras frescas. Sin embargo, los productos que se ofrecen en las tiendas difieren significativamente en sabor de los que se cultivan en verano en el jardín o en la cabaña de verano. La congelación le ayudará a resolver fácilmente este problema. No solo no afecta el sabor y las cualidades vitamínicas de las verduras, sino que también conserva su apariencia y aroma habituales.
Cómo congelar perejil y cebollas verdes para el invierno
Para preparar hierbas para el invierno, enjuague bien las ramitas de perejil o las plumas de cebolla verde.
Las verduras seleccionadas para congelar deben cortarse inmediatamente antes del proceso de recolección para que no tengan tiempo de marchitarse.
Luego, seque bien los alimentos con toallas de papel o toallas de papel. Corta el exceso de colas del perejil y quita las plumas de cebolla estropeadas. Coloque las verduras en una bolsa de plástico y envuélvalas bien, liberando todo el aire. De esta forma, el perejil, las cebollas y otras hierbas se pueden almacenar en el congelador durante varios meses.
Para que le resulte más fácil preparar alimentos en el futuro, las verduras se pueden picar y luego congelar. Para hacer esto, también lave y seque la cantidad requerida de perejil, píquelo finamente con un cuchillo afilado y póngalo en una bolsa o recipiente. Congelar.
Las cebollas también se pueden cortar en aros pequeños antes de congelarlas.
Reglas básicas para congelar verduras
Apunta solo a las verduras frescas, recién cortadas. Si congelas cebollas marchitas o perejil, perderán su jugosidad, color y sabor.
Asegúrese de lavar las verduras que va a congelar en varias aguas. Por lo que tiene la garantía de deshacerse de toda la suciedad que pueda haber en las ramas.
Seque bien todas las ramitas. Para estos fines, se puede colgar un manojo de perejil lavado sobre el fregadero y dejarlo en este estado por un tiempo. Si el agua no tiene tiempo de secarse, se congelará junto con las hierbas.
Asegúrese de prestar atención a si los alimentos que deben congelarse están empaquetados herméticamente. Intente eliminar la mayor cantidad de aire posible de las bolsas creando un vacío. Cierre los recipientes y frascos utilizados para congelar y almacenar hierbas. Si es posible, use un dispositivo de ventilación específico.
Primero, use esos paquetes de hierbas que congeló primero para cocinar y decorar alimentos.