El bizcocho es un verdadero clásico entre los productos de harina. Los pasteles ligeros y aireados son indispensables para la preparación de pasteles, pasteles y galletas. Se intercalan con mermelada o crema, se vierten con lápiz labial o glaseado. Pero una galleta bien horneada es sabrosa incluso sin estos aditivos. Un trozo de golosina fresca espolvoreado con azúcar en polvo es una excelente adición a una taza de té o café.
Galleta clásica: secretos de cocina
Una galleta bien horneada debe ser muy esponjosa y porosa. Para lograr este efecto, los huevos con azúcar se martillean con el mayor cuidado posible. Como resultado, el volumen inicial de la masa aumenta 2-3 veces. Para hacer la masa liviana, solo toman harina premium de molienda muy fina y la tamizan.
Otro secreto es la velocidad de cocción. La masa se bate y se hornea sin reposar, y se coloca en un horno precalentado. No se recomienda mover la galleta durante la cocción; no debe abrir la puerta del horno con frecuencia, esto puede hacer que la masa tierna se caiga.
La galleta terminada se retira inmediatamente del molde y se enfría bien. Si empapa pasteles calientes con almíbar, pueden romperse. Si es necesario, el pastel de galletas se puede cortar en dos o tres capas delgadas; es conveniente hacerlo con un cuchillo de cuerda especial.
Bizcocho de cocción fría: receta básica
Necesitará:
- 3 huevos;
- 0.5 tazas de harina de trigo;
- 3 cucharadas de azúcar.
Puede agregar cacao en polvo, ralladura de limón, vainillina o nueces a la masa de galletas; esto le dará a los productos horneados matices de sabor adicionales.
Separa las yemas de las claras y frota bien con azúcar hasta que se disuelva por completo. La masa debe volverse blanca y duplicar su volumen. Batir las claras hasta obtener una espuma fuerte y esponjosa. Agregue la harina tamizada y un tercio del volumen de proteína a la masa de yema de azúcar, revolviendo constantemente. Luego introduzca con cuidado las proteínas restantes, revolviéndolas de arriba hacia abajo para evitar que se caigan.
Precaliente el horno a 200C. Coloque la masa en una bandeja para hornear o en una fuente para hornear engrasada. El tiempo de horneado depende del grosor de la galleta. Los pasteles finos se hornean durante 10-15 minutos, mientras que los pasteles más gruesos tardan hasta 50 minutos en cocinarse.
Llene el molde no más de dos tercios del camino; la galleta se elevará durante la cocción.
Retire con cuidado el bizcocho horneado del molde, colóquelo en una tabla de madera y refrigere; esto tomará al menos 4 horas. Si planea empapar bien los pasteles con el almíbar, aumente el tiempo de espera a 7 horas.
Hacer una galleta calentada
Una forma más lenta de hacer galletas es mezclar productos en un baño de agua. Rompe los huevos en una cacerola, agrega el azúcar y coloca la cacerola al baño maría. Cuando la masa se caliente a 50 ° C, retírela y bata mientras se enfría. El volumen de la masa debe aumentar 2-3 veces. Vierta la harina tamizada en una cacerola en porciones y mezcle hasta que quede suave.
Verter la masa batida en una fuente de horno engrasada y hornear como de costumbre.