Pasar una velada con una bolsa de semillas es una de las actividades favoritas de muchos. Las semillas de girasol no solo alivian el estrés, animan y ayudan a pasar el tiempo, sino que también saturan el cuerpo con vitaminas A, B, D y E. En los últimos años, las semillas de girasol se pueden comprar en cualquier tienda. Por regla general, allí se venden ya fritos. Y sucede que no siempre se fríen con éxito. Pero si aprende a freírlos en casa, entonces se pueden evitar esas decepciones. Además, las semillas crudas sueltas son mucho más baratas que si se toman en paquetes listos para usar.
Es necesario
- - semillas de girasol;
- - una sartén con fondo plano;
- - espátula de madera.
Instrucciones
Paso 1
Para freír las semillas deliciosamente, en primer lugar, debe elegir la sartén adecuada. Para semillas fritas de alta calidad, una sartén sólida de hierro fundido con fondo plano se considera la mejor opción.
Paso 2
¿Qué semillas son mejores para freír? Las semillas grandes se consideran las más deliciosas. Pero no vale la pena tomar los pequeños. En primer lugar, preste atención a cómo se almacenan. Es bueno si las semillas están en la bolsa lejos de los rayos del sol. Pruebe un par de semillas antes de comprarlas; si experimenta rancidez o amargura, omítalas. Dichas semillas se almacenaron incorrectamente, lo que las hizo inutilizables.
Paso 3
También debe observar más de cerca su apariencia: las semillas deben tener aproximadamente el mismo tamaño y estar libres de impurezas (cáscara, escombros). Intente aplastar algunos con los dedos; deben estar firmes y llenos, no vacíos.
Paso 4
Si decide enjuagar previamente las semillas antes de freírlas, viértalas en un colador, sujételas bajo un chorro de agua fría y revuelva a mano para eliminar el polvo y la suciedad. Una vez que se lavan las semillas, se deben secar. Para ello, extienda las semillas húmedas sobre un periódico o sobre una toalla en una sola capa y espere a que se sequen superficialmente.
Paso 5
Coloca la sartén en la estufa y caliéntala bien. Luego agregue las semillas y fría durante 2-3 minutos, revolviendo constantemente, con una espátula de madera. La humedad restante dentro de las semillas después del lavado evitará que se quemen rápidamente. Pero una vez que estén completamente secos, reduce la temperatura a media y cocina un poco más. El tiempo total de fritura depende de la variedad de semillas, su tamaño y grosor de la cáscara, pero no más de 15 minutos.
Paso 6
Tan pronto como escuche un ligero crujido, baje la temperatura y pruebe la semilla; debe tostarse. También se puede determinar si las semillas están listas abriendo una de ellas: la cáscara debe abrirse fácilmente y el grano debe tener un tinte amarillento. No puedes sobreexponer las semillas. Una vez que estén listas, retírelas inmediatamente de la estufa y viértalas de la sartén.
Paso 7
Colócalos sobre una mesa o bandeja forrada con una toalla grande y cúbrelos con los bordes hacia arriba. Déjalos así durante 20 minutos. O simplemente vierta en un tazón ancho y coloque algunas servilletas de papel encima; esto será suficiente para que las semillas alcancen la condición deseada.