El hongo de la leche tibetano, que se asemeja a los granos de arroz hervidos en su apariencia, fue criado hace mucho tiempo por los pueblos del Tíbet y siguió siendo un misterio durante mucho tiempo. Ahora sus propiedades beneficiosas son conocidas en todo el mundo, sobre todo porque se puede cultivar en casa.
Preparar el medio para cultivar el hongo
El hongo de la leche debe cultivarse en un frasco de plástico o vidrio. En ningún caso se debe lavar con un detergente sintético antes de plantar el hongo. Es necesario verter 0.3-0.5 litros de leche en un frasco, pero no agria. Debe estar entero o pasteurizado con una vida útil de no más de tres días. La leche esterilizada no funcionará.
Se deben colocar en la leche manojos de hongo de leche tibetano, aproximadamente dos cucharadas. El hongo debe respirar, así que cubra el frasco con una gasa y manténgalo en un lugar oscuro a temperatura ambiente. Esta acción debe realizarse una vez al día, preferiblemente por la noche. La leche se fermenta completamente en 18-20 horas. Esto se verá por la capa gruesa en la superficie en la que se encuentra el hongo.
Separación de la leche agria y cuidados posteriores
Cuando la leche se convierte en leche cuajada, hay que separarla de los racimos de hongos con un colador de plástico, ya que el metal es dañino para el hongo. La leche agria debe drenarse en un recipiente limpio separado. Esta es la bebida muy curativa, ya está lista para usar.
Ahora es muy importante enjuagar los racimos de hongos con agua fría corriente, luego colocarlos nuevamente en el frasco, vertiendo otra porción de leche en la siguiente porción de la bebida.
Consejos adicionales
Así continúa el ciclo de cocción de la leche cuajada curativa. Vale la pena recordar que no puede usar objetos metálicos, de lo contrario, los racimos del hongo morirán.
Hongo de leche tibetano saludable que es de color blanco, como la leche o el requesón. Para que mantenga su color natural saludable, es necesario enjuagarlo y llenarlo con una nueva porción de leche fresca todos los días. Si no se hace esto, el hongo se vuelve marrón, deja de multiplicarse, pierde sus propiedades beneficiosas y puede morir.
El hongo de leche tibetano es un ser vivo que requiere un tratamiento cuidadoso. Debe respirar, por lo que no debe cubrirse con una tapa. El hongo teme los efectos de la temperatura, no se puede lavar con agua caliente ni dejar en el frigorífico.
Si no es posible controlar el hongo durante varios días, debe verter leche en un frasco de tres litros mitad y mitad con agua, poner el hongo allí y colocarlo en un lugar cálido. La leche cuajada resultante no se puede consumir internamente, pero se puede utilizar para las piernas para aliviar la fatiga y también como remedio para la cicatrización de heridas.