Activia es un conocido producto lácteo fermentado de la marca francesa Danone. Bajo esta marca, se producen varios tipos de yogures, kéfir y cuajada, cuyo uso tiene un efecto beneficioso sobre la digestión y el bienestar general.
Composición y propiedades útiles de "Activia"
Según los fabricantes, la peculiaridad de los productos lácteos "Activia" es la presencia de bifidobacterias Bifidus Regularis o Bifidus Actiregularis. Tienen propiedades probióticas útiles y son bien tolerados por los humanos, ya que están cerca de los cultivos naturales que se encuentran en su estómago. Estos bifidocultivos conservan sus funciones vitales durante mucho tiempo en los productos Activia, gracias a componentes cuidadosamente equilibrados. A diferencia de otras bacterias, no mueren en el ambiente ácido del estómago y entran de forma segura en los intestinos.
Así, los productos de "Activia" con un consumo regular normalizan la microflora intestinal natural, limpiándola de bacterias dañinas y microorganismos putrefactos. Esto, a su vez, conduce a una mejora en los procesos digestivos en el cuerpo y elimina varios problemas con el tracto gastrointestinal. Además, la microflora intestinal normal tiene un efecto positivo sobre el estado de inmunidad y, por tanto, sobre la salud en general.
Además de las benéficas bifodobacterias, Activia también contiene otros nutrientes: vitamina B, hierro y calcio. A Activia se le añaden diversos aditivos que hacen que los productos de esta marca sean más agradables al paladar: gelatina animal, almidón de maíz, vinagre de sidra de manzana, trozos de fruta fresca, cereales, varios sabores y potenciadores del sabor.
También hay azúcar y fructosa en los yogures y cuajada de Activia, por lo que no debe abusar de este producto, especialmente para aquellos cuyos cuerpos no pueden tolerar estas sustancias.
¿Qué puede reemplazar a "Activia"
A pesar de los beneficios obvios de "Activia", es muy posible reemplazarlo con productos domésticos más baratos: kéfir, leche horneada fermentada o varenets. Este último también contiene bacterias vivas beneficiosas que llegan a los intestinos, promueven su autopurificación de microbios patógenos y normalizan la digestión.
Después de dos semanas de consumo diario de productos lácteos fermentados frescos, los problemas con el tracto gastrointestinal dejan de molestar y la inmunidad aumenta significativamente. Por supuesto, es mejor cocinar kéfir o leche horneada fermentada usted mismo o dar preferencia a productos con lactobacilos vivos.
La cantidad óptima de kéfir por día es 250 ml (1 vaso).
Una cucharada de azúcar o trozos de fruta fresca ayudarán a que el kéfir sea más delicioso. Y para el desayuno, puede verter cereal con kéfir o leche horneada fermentada; resultará nutritivo, sabroso y muy saludable.