Procedente de los países mediterráneos, el apio es conocido no solo en los círculos culinarios. Se usa ampliamente con fines terapéuticos y profilácticos y tiene un efecto tónico general en el cuerpo humano.
El apio es una hierba bienal. Se parece al perejil en apariencia, pero es un tubérculo. Tiene un aroma picante pronunciado y un sabor agridulce.
Desde la antigüedad, el apio se consideraba el tubérculo más útil y se usaba ampliamente no solo en la cocina, sino también en la medicina popular. En la antigua Grecia, el apio estaba rodeado por un halo mágico. Las mujeres creían que conserva la juventud, la belleza y mejora el deseo sexual. Se creía que esta planta trae felicidad y buena suerte, da amor mutuo. En la antigua Grecia se tejían coronas de apio para los ganadores.
Los cultivos de raíces, hojas y semillas de apio son ricos en potasio, calcio, sodio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre, zinc, aceite esencial, vitaminas B1, B2, PP, ácido oxálico, fibra y otras sustancias útiles.
Debido al hecho de que el apio contiene un conjunto único de aminoácidos, proteínas, vitaminas y minerales necesarios para el cuerpo humano, puede garantizar una regeneración celular estable y, por lo tanto, ralentizar el proceso de envejecimiento.
Actualmente, el apio se utiliza en diversas dietas, cuyo objetivo principal no es solo reducir el peso del paciente, sino también normalizar la presión arterial, fortalecer en general el sistema inmunológico, tratar el insomnio y enfermedades del estómago, regular los niveles hormonales, etc. El aceite contenido en el tubérculo ayuda a estimular la producción de jugo gástrico, tiene un efecto positivo sobre los vómitos, la colitis crónica, la úlcera gástrica y la úlcera duodenal. Una decocción de raíces de apio se utiliza en el tratamiento de enfermedades renales inflamatorias y urolitiasis, para eliminar toxinas y toxinas. Además, se usa una decocción de raíces de apio para tratar la prostatitis y la falsa potencia, semillas, para la menstruación dolorosa. El jugo de apio se usa para tratar las áreas de la piel afectadas con urticaria y dermatitis alérgica. Debido a su capacidad para normalizar el metabolismo en el cuerpo, el apio se usa como un remedio adyuvante para las personas con diabetes.
Sin embargo, las semillas de apio contienen sustancias que pueden provocar contracciones uterinas en las mujeres. En este sentido, la ingesta de infusiones basadas en este componente debe excluirse de la dieta de tratamiento de mujeres embarazadas o llevarse a cabo bajo la estrecha supervisión de un médico.
El uso regular de jugo de apio, así como decocciones, mejora el estado general del cuerpo, limpia la sangre y ayuda a deshacerse de diversas enfermedades de la piel y el cabello. Además, el apio es beneficioso para la vista, trata el reumatismo, la artritis, la gota, alivia los ataques de migraña, calma los nervios y es un antioxidante.