Desde la infancia, nos han dicho, no comas azúcar así, no tomes demasiados dulces, un trozo de tarta es suficiente. ¿Pero por qué? ¡Resulta que hay muchas razones y razones para dejar el azúcar blanco para siempre!
1. Dañino para los dientes. Todo el mundo sabe que el azúcar provoca el desarrollo de caries y destruye el esmalte de los dientes. Pero vale la pena prestar atención al hecho de que el daño del azúcar depende en gran medida de la duración de la exposición y no de su concentración en la saliva, es decir. Un caramelo de disolución lenta hará más daño que un trozo de chocolate para comer rápidamente.
2. Carga el hígado. Cuando el azúcar ingresa al cuerpo, se descompone en glucosa y fructosa. La glucosa satura el cuerpo con energía, mientras que la fructosa se acumula en el hígado y no se sintetiza dentro del cuerpo. Luego se convierte en glucógeno y se consume durante el ejercicio. Cuando se consume azúcar en exceso, la fructosa se convierte en glucógeno y se convierte en tejido adiposo, lo que provoca problemas hepáticos.
3. Provoca diabetes. La insulina es el "comandante en jefe" de la glucosa. Los amantes de los dulces tensan el sistema endocrino y las células dejan de responder a los comandos constantes de la insulina. Y estos son requisitos previos para el desarrollo de obesidad, enfermedades cardíacas, vasos sanguíneos y diabetes mellitus.
4. Un presagio de la oncología. Los expertos creen que el consumo excesivo de dulces puede provocar cáncer. La insulina es el principal ingrediente activo responsable del crecimiento celular.
5. Exceso de peso. La fructosa del azúcar no causa saciedad completa, por lo que una persona, después de haber recibido calorías vacías, todavía tiene hambre. Como resultado, come en exceso y, a largo plazo, la obesidad lo aguarda.
6. Droga dulce. Después de consumir dulces, el cuerpo libera una hormona del placer, la dopamina, que puede causar dependencia de sus dosis. Cabe señalar que el uso de alimentos dulces naturales no provoca este efecto.