Los errores más comunes en la nutrición humana son de doble naturaleza y están asociados con deficiencias nutricionales, así como con una ingesta excesiva de alimentos y un estilo de vida inadecuado (poca actividad física, tabaquismo, alcohol).
Las deficiencias de nutrientes suelen estar asociadas con muy poca proteína, vitaminas y minerales, fibra, grasa y ácidos grasos esenciales en la dieta. La desnutrición es común entre las adolescentes, que a menudo restringen deliberadamente su ingesta de alimentos por una preocupación excesiva por una figura delgada. Por el contrario, comer en exceso y el consumo excesivo de grasas animales, colesterol y ácidos grasos saturados, carbohidratos (especialmente azúcar y sacarosa) y sal conduce a muchas enfermedades crónicas y exceso de peso.
Sin embargo, incluso con comer en exceso, puede haber una deficiencia de ciertos nutrientes necesarios para el funcionamiento normal del cuerpo. Por ejemplo, comer azúcar, dulces, pan blanco, pasteles (en su mayoría contienen calorías vacías) puede provocar deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales.
Mucha gente come demasiadas grasas animales: mantequilla (que se usa para untar y como aditivo alimentario), nata, mayonesa, manteca de cerdo y tocino, carnes grasas, principalmente salchichas a la parrilla, platos de cerdo: costillas, tocino, productos lácteos grasos (yogur, nata, nata) postres, quesos enteros).
Los niños y jóvenes, a menudo influenciados por la publicidad y en general la moda imperante, tienden a consumir alimentos ricos en grasas, es decir, comida rápida.
Los errores nutricionales incluyen el consumo frecuente de dulces. Los niños y los adultos a menudo comen bocadillos azucarados (chocolate, caramelos, panecillos o pastel) cuando tienen hambre con la esperanza de satisfacer el hambre rápidamente. Los bocadillos dulces y las patatas fritas son una fuente de ácidos grasos saturados tóxicos y grasas trans (formadas durante la hidrogenación de aceites vegetales).
Las bebidas azucaradas (limonada y cola) también son un error dietético. Es mejor comer verduras y frutas, y beber jugos de ellas, preferiblemente recién exprimidas con un exprimidor o licuadora. Idealmente, puede beber agua limpia, alrededor de 1,5-2,0 litros por día.
Los errores nutricionales también deben incluir un bajo consumo de leche y productos lácteos, que pueden causar un nivel demasiado bajo de calcio en la dieta. Algunas personas evitan la leche, pero el yogur y el kéfir contienen microorganismos que son buenos para la microflora intestinal (recuerde que el yogur al día no aporta una dosis adecuada de calcio para la mineralización ósea).
El consumo insuficiente de pan negro, trigo sarraceno, legumbres y vegetales verdes puede contribuir a las deficiencias de magnesio y zinc, y el consumo limitado de carnes rojas (como la carne de res) puede desarrollar deficiencia de hierro (especialmente en niñas y mujeres embarazadas).
Por el contrario, una dieta baja en frutas y verduras puede provocar deficiencias de vitamina C y folato. Las semillas, los cereales, los brotes, el salvado y las nueces son buenas fuentes de ácido fólico.
El problema más grave es el exceso de sodio en los alimentos. La sal de mesa se encuentra en todos los alimentos listos para comer, pero algunos de nosotros también usamos sal para realzar el sabor de nuestros alimentos. Se recomienda utilizar hierbas y especias en lugar de sal. Los malos hábitos alimenticios a largo plazo conducirán a una mala salud, capacidad física y mental.
Comer de forma irregular también puede provocar un aumento de la grasa corporal, lo que resulta en sobrepeso u obesidad. Cuando los intervalos entre comidas son demasiado largos, el cuerpo puede disminuir su tasa metabólica. Además, los descansos prolongados entre comidas, a su vez, contribuyen a los refrigerios frecuentes.
¡Entiende tu cuerpo y te corresponderá!