La cantidad y calidad del alcohol consumido no siempre es el motivo del malestar. Por extraño que parezca, el motivo de las dolencias también puede ser un bocadillo servido con alcohol.
Bebidas carbonatadas
La mayoría de la gente está acostumbrada a beber licores con agua mineral o gaseosas. Sin embargo, esto está estrictamente prohibido. El dióxido de carbono contenido en estas bebidas irrita el revestimiento del estómago, provocando una absorción acelerada del alcohol. Las personas que beben muchos refrescos durante una comida tienen más probabilidades de sufrir resacas severas.
Bebidas con cafeína
Cualquier bebida que contenga cafeína tampoco tiene cabida en una fiesta festiva. El alcohol, regado con una bebida que contiene cafeína, provoca un espasmo de los vasos del cerebro, aumento de la presión arterial, arritmia y, en algunos casos, incluso convulsiones.
Tomates frescos
Los tomates, utilizados como aperitivo, provocan problemas digestivos, hinchazón y flatulencia. Sin embargo, el jugo de tomate no causa tales problemas.
Vegetales en escabeche
Es difícil imaginar una comida festiva sin las tradicionales verduras en escabeche. Pero no todo el mundo sabe que el ácido acético que contienen los encurtidos, combinado con el alcohol, aumenta la carga sobre los riñones y el hígado.
Chocolate
El chocolate consumido simultáneamente con bebidas espirituosas afecta negativamente al páncreas. Y posteriormente, dolor abdominal agudo, calambres, alteración del tracto digestivo, hasta pancreatitis.
Un tentempié ideal, por extraño que parezca, es una vinagreta. Las papas son un adsorbente natural que elimina algunas de las toxinas innecesarias. Las remolachas, las zanahorias y los encurtidos son fuentes de micronutrientes, mientras que el chucrut contiene ácido succínico, que puede ayudar a reducir la resaca.