El queso es un producto versátil: una rebanada de este manjar es igualmente adecuada para un sándwich por la mañana y para un refrigerio gourmet por la noche. Dado que las cualidades beneficiosas del queso se deben a la presencia de microorganismos vivos en él, es necesario almacenar este producto en condiciones especiales.
Es necesario
- - papel de pergamino;
- - papel de aluminio
- - bolsa de plastico;
- - envase;
- - tejido de lino o algodón;
- - sal.
Instrucciones
Paso 1
No debe tener grandes existencias de queso en casa, es mejor comprarlo según sea necesario en la cantidad que pueda comer en unos días. Como último recurso, se puede almacenar durante bastante tiempo en el congelador. Para ello, coloque un trozo de queso en una bolsa de plástico y marque la fecha de congelación. Después de descongelar, dicho producto no perderá su sabor, pero se desmoronará. Por lo tanto, es mejor someterlo a un tratamiento térmico agregándolo al relleno de sopa o pizza.
Paso 2
Para un almacenamiento a largo plazo, envuelva pequeños trozos de queso duro en papel pergamino o papel de aluminio, colóquelos en una bolsa de plástico limpia y colóquelos en una sartén especial para quesos. Si no hay syrnitsa, puede usar cualquier recipiente de vidrio o plástico con tapa. Sin embargo, no debe cerrar bien la tapa, el queso es un producto vivo y necesita "respirar". Luego coloque los platos en el estante inferior del refrigerador. El queso absorbe los aromas extraños muy rápidamente, por lo que no debe guardar alimentos con un olor fuerte y específico al lado.
Paso 3
Si necesita mantener el queso duro fuera del refrigerador, puede envolverlo en un paño empapado en solución salina (preferiblemente una tela de lino o una servilleta de algodón grueso) y guardarlo en un lugar fresco y oscuro. En este caso, debe tener mucho cuidado y asegurarse de que no aparezca moho.
Paso 4
Los quesos en escabeche (suluguni, queso feta, feta) se pueden almacenar durante 2-3 meses, siempre que se compren con el pepinillo. Coloque los trozos de queso en un recipiente de vidrio o cerámica, llénelos con salmuera y cierre la tapa. Se recomienda almacenar el queso a una temperatura de 6-8 grados y una humedad relativa de más del 80%. Antes de comer, los quesos en salmuera se pueden remojar brevemente en leche a temperatura ambiente. Esto eliminará el exceso de sal del producto y mejorará significativamente su sabor.