El queso fundido es un producto lácteo fermentado muy sabroso y nutritivo, que contiene gran cantidad de grasas, proteínas, vitaminas, minerales y aminoácidos. Todas estas sustancias que se encuentran en el queso procesado son esenciales para el buen funcionamiento del tracto gastrointestinal. Hacer queso procesado en casa no es nada difícil, y su sabor único e increíble te hará cocinarlo una y otra vez.
Es necesario
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- 500 g de requesón,
- 0.5 cucharadita soda,
- 0.5 tazas de leche
- 2 cucharadas. l. manteca,
- 1 cucharadita sal,
- especias a tu gusto.
Instrucciones
Paso 1
Ponga quinientos gramos de requesón fresco en una cacerola, agregue media cucharadita de bicarbonato de sodio y frote bien con el requesón.
Paso 2
Vierta medio vaso de leche en una cacerola con requesón y mezcle todo bien, incluso puede batirlo con una licuadora. Coloca la olla a fuego lento.
Paso 3
Tome una cuchara de madera y, revolviendo constantemente, espere hasta que la cuajada comience a derretirse gradualmente. En este momento, agrega dos cucharadas de mantequilla, una cucharadita de sal a la sartén (un poco más si quieres un queso salado) y especias a tu gusto. Puede ser ajo, eneldo, pimienta o comino.
Paso 4
Revuelva la mezcla constantemente con una cuchara de madera para crear un queso derretido suave.
Paso 5
Después de que la cuajada esté completamente disuelta y se obtenga una masa homogénea, retire la sartén del fuego y viértala en moldes previamente preparados. Es importante prestar atención al hecho de que los moldes deben estar diseñados para alimentos calientes, de lo contrario pueden derretirse.
Paso 6
Cubra la parte superior con una envoltura de plástico o tapas para que la capa superior de queso procesado no se seque ni forme una costra.
Paso 7
Una vez que el queso se haya enfriado, puedes ponerlo en el refrigerador y después de un par de horas podrás disfrutar de maravillosos sándwiches con queso procesado casero hecho con tus propias manos.