La alcachofa de Jerusalén (Helianthus tuberosus L.) es una planta herbácea perteneciente a la familia Aster. En apariencia se parece a un girasol, forma tubérculos. Desde el siglo XVII se cultiva en Rusia como planta medicinal y no como verdura. Hoy en día, la alcachofa de Jerusalén se usa ampliamente tanto en medicina como en cocina.
Sinónimos de la palabra "alcachofa de Jerusalén" - "alcachofa islámica", "raíz solar", "nabo del Volga", "pera de barro".
Agrotécnica
La siembra se lleva a cabo con tubérculos a principios de mayo, cuando los brotes alcanzan una altura de 25-30 cm, la planta se espolvorea. No se requieren más cuidados especiales. No tiene pretensiones para el suelo, prácticamente no está expuesto a la invasión de plagas. No tolera suelos anegados, pero resiste excelentemente las heladas. Perenne.
Propiedades medicinales.
Contraindicaciones Las personas propensas a la producción de gas deben abstenerse de consumir grandes cantidades de tubérculos crudos. Es posible una reacción individual a las sustancias que componen la alcachofa de Jerusalén.
La rica composición química de la alcachofa de Jerusalén permite que la planta se utilice en una amplia gama de enfermedades. La propiedad principal y más fuerte de los tubérculos es reducir los niveles de azúcar en sangre. Este efecto se consigue gracias a la sustancia inulina. Por lo tanto, las formas de dosificación a base de alcachofa de Jerusalén se recomiendan encarecidamente para personas que padecen diabetes mellitus, así como para la prevención de esta enfermedad.
Además, comer nódulos es muy beneficioso para:
- enfermedades de la sangre y los vasos sanguíneos, por ejemplo, anemia, angina de pecho, tromboflebitis;
- dolencias del sistema esquelético;
- trastornos del tracto gastrointestinal, como disbiosis, estreñimiento, acidez de estómago;
- obesidad;
- prevención de enfermedades respiratorias;
- neutralizar el efecto de sustancias tóxicas en el cuerpo.
En medicina, las partes aéreas de la planta se utilizan para la preparación de jarabes, decocciones, infusiones, extractos, baños medicinales.
La pulpa de una pera de barro tiene un poderoso efecto regenerador sobre la piel. Las máscaras de papilla se utilizan con éxito en cosmetología para igualar la tez; eliminación de redes vasculares; limpieza del acné; como coadyuvante en el tratamiento de quemaduras de diversas etiologías.
Recetas
Por 1 litro de agua, tome 2 cucharadas de sal, hierva. Eche rodajas finas de tubérculos pelados en la salmuera caliente. Tapar y dejar fermentar en un lugar cálido. En 5-6 días, la alcachofa de Jerusalén en escabeche estará lista.
El uso de la alcachofa de Jerusalén en la cocina también es muy amplio. La tecnología de cocción no se diferencia del tratamiento culinario de las patatas. Pero como el contenido de almidón en la pera de barro es mucho menor, los platos son más sabrosos. Agregue tubérculos frescos a la ensalada o sopa de verduras, haga puré de papas, guisos y panqueques con ellos. Muele las verduras de raíz secas hasta convertirlas en polvo, se puede mezclar con harina al hornear. Las hojas son una gran adición a los tés de hierbas.
Exprima el jugo de los tubérculos bien lavados, pelados y picados. Úselo usted mismo o úselo como base para kvas, jarabe.
Durante el tratamiento térmico, las propiedades gustativas de la alcachofa de Jerusalén solo se vuelven más brillantes. Pruebe el nabo del Volga frito, al vapor, al horno o hervido. Los platos con este ingrediente adquieren un ligero sabor a hongos o nueces.
Almacenamiento
Para aprovechar al máximo un producto, es necesario saber cómo elegirlo. Los tubérculos deben estar firmes, jugosos, enteros. Al comprar, preste atención a la cáscara. Si se ven manchas en él, deje el tubérculo a un lado. Los tubérculos y procesos son característicos de la planta. La vida útil de la "raíz del sol" se limita a un mes, siempre que la piel esté intacta. Al menor daño, los nódulos se pudren rápidamente.
Si desea utilizar la alcachofa de Jerusalén en su dieta durante un tiempo, no dude en congelarla. Con este método de almacenamiento, no se pierden propiedades útiles.