En las películas estadounidenses, a menudo se puede ver al héroe bebiendo refresco de una botella y elogiándolo. De hecho, la soda no es más que … soda regular hecha con bicarbonato de sodio estándar.
Se entiende por gaseosa un tipo de refresco creado a base de una bebida mineral o aromatizada saturada con minerales especiales y dióxido de carbono. El agua con gas se ha utilizado como medicina desde el siglo 7-8 antes de Cristo. En los escritos de Hipócrates, puede encontrar un capítulo completo dedicado a ella, en el que el científico aconseja no solo beberlo, sino también tomar baños completos de agua mineral.
Por primera vez, Joseph Priestley de Gran Bretaña pudo crear agua carbonatada artificialmente. En 1767, realizó una serie de experimentos con el gas que se liberaba durante la fermentación de la cerveza. Y en 1770, un nativo de Suecia, Tobern Bergman, basándose en los experimentos de Priestley, creó un aparato especializado, un saturador, que hizo posible agregar dióxido de carbono y otros minerales al agua ordinaria.
Trece años después, comenzó la producción industrial de agua mineral y carbonatada en Gran Bretaña. El empresario Jakob Schwepp, sobre la base del invento de Bergman, inventó un dispositivo que permite saturar el agua con minerales a escala industrial. La producción de esta agua era muy cara, por lo que a principios del siglo XIX se utilizaba bicarbonato de sodio para crear refrescos. Así es como apareció el nombre "refresco". La novedad despertó un gran interés en los británicos, y pronto comenzaron a diluir las bebidas alcohólicas con gaseosas. Schwepp, al ver la creciente popularidad de la bebida, creó su propia empresa, cuya marca se convirtió en la conocida Schweppes.
En Estados Unidos, la gaseosa se vendía y todavía se vende en botellas, mientras que en otros países se consume en máquinas expendedoras en cafés y bares. Hasta 1917, el agua carbonatada era considerada el lote de los señores, la llamaban seltzer, ya que la tomaban de la fuente de Niedersselters.