En invierno, cuando el cuerpo ya anhela bayas frescas, una compota hecha de frutas congeladas puede ser una excelente solución. Gracias a la tecnología moderna de congelación rápida, las bayas almacenadas en verano retienen el máximo de sus vitaminas. Para que estas vitaminas se conserven mejor en compota, cocínelas, observando las siguientes reglas.
Es necesario
- - bayas congeladas, mejor que diferentes variedades - 0,5 kg;
- - azúcar - 0.5-1 vaso;
- - agua - 2-2,5 l;
- - ralladura de limón o naranja (opcional);
- - una cacerola con una capacidad de al menos 3 litros.
Instrucciones
Paso 1
Vierta la cantidad correcta de agua en una cacerola, agregue azúcar y hierva. Asegúrese de que el azúcar esté completamente disuelto, si no, revuelva el agua con una cuchara o cucharón. Es aconsejable no utilizar ollas de aluminio para cocinar compota. Los ácidos, que se encuentran en grandes cantidades en las bayas, reaccionan con el aluminio y sus compuestos pueden pasar a la compota. Además, la compota cocida en una sartén de este tipo pierde una gran cantidad de minerales y vitamina C.
Paso 2
Tome las bayas congeladas: fresas, cerezas, grosellas negras, moras, etc. en la cantidad indicada anteriormente. Para preparar la compota, no es necesario descongelar las frutas primero, ya que perderán mucho jugo. Por lo tanto, ponga toda la mezcla de bayas congelada en agua hirviendo. Si le gusta el aroma cítrico, agregue un poco de ralladura de limón o naranja recién rallada a la compota.
Paso 3
Espere a que el agua vuelva a hervir. Reduzca el fuego y cocine la compota por no más de 5 minutos. Apague el fuego, tape la olla y déjela a un lado en el borde de la estufa. Deje que la compota se infunda durante otra media hora. Entonces recibirá el máximo de sustancias aromáticas y vitaminas de las bayas. Ahora la compota se puede filtrar, verter en platos y enfriar. Si lo desea, las bayas no se pueden colar con un colador. Sirva compota de frutos rojos en la mesa en una jarra alta.