La patria de las mandarinas es China. Pero la gente de todo el mundo se enamoró de estas frutas aromáticas y sabrosas. Es imposible imaginar las vacaciones de Año Nuevo sin ellos, los nutricionistas recomiendan comerlos, las mandarinas pueden aumentar la inmunidad y fortalecer la salud. ¿Por qué son tan útiles estas frutas naranjas?
En primer lugar, las mandarinas son valiosas por su alto contenido de vitamina C. Y se sabe que ayudan a prevenir y curar los resfriados. Además, estas frutas tienen un buen efecto diurético, por lo tanto, aceleran la limpieza del organismo, aseguran la eliminación de toxinas y normalizan los procesos metabólicos y el metabolismo de las grasas. Por lo tanto, promueven la pérdida de peso. Además, debido a las mismas propiedades diuréticas, estas frutas normalizan las funciones de los riñones y el sistema urinario. El jugo de mandarinas satura el cuerpo con muchas vitaminas y oligoelementos, aumenta el apetito. Y las frutas en sí ayudan a establecer el proceso digestivo, su uso regular previene el desarrollo de infecciones intestinales e invasiones helmínticas. Curiosamente, la medicina tradicional aconseja usar jugo de mandarina (pero solo fresco) externamente para el tratamiento de hongos En las frutas aromáticas de naranja hay una gran cantidad de fitoncidas, antioxidantes que inhiben la acción de los radicales libres y ralentizan el proceso de envejecimiento en las células. Y los carotenoides, que también abundan en las mandarinas, tienen un efecto beneficioso sobre la visión y protegen las membranas mucosas Las vitaminas B contenidas en estas maravillosas frutas son útiles para mantener la piel, el cabello, las uñas y el sistema nervioso en buen estado. La vitamina K previene las venas varicosas, la vitamina D ayuda a mantener los huesos fuertes y la piel sana, y también se sabe que las mandarinas reducen la fiebre y ayudan a expulsar la flema en las enfermedades del tracto respiratorio superior. Por supuesto, no vale la pena usarlos como único medio para aliviar la afección, pero como auxiliares, serán de gran utilidad. No en vano se demuestra que el jugo de mandarina se bebe en caso de asma bronquial: limpia perfectamente los pulmones, pero lo más importante es que casi no hay nitratos en las mandarinas, por lo que incluso los niños pequeños pueden comerlos. Naturalmente, si no hay alergia a estas frutas.