La congelación de setas es la mejor opción para cosechar durante el invierno, ya que las setas procesadas de esta manera retienen un máximo de sustancias valiosas. Al mismo tiempo, tendrá la oportunidad de agregar deliciosas y aromáticas setas a varios platos durante todo el invierno.
La congelación de hongos se puede hacer de varias maneras principales, cuya elección depende completamente de sus preferencias individuales, así como del tipo de hongo. Los hongos con una textura densa (rebozuelos, boletus, boletus, boletus, boletus, etc.) son los más adecuados para congelar. Todos los hongos deben procesarse previamente limpiándolos a fondo. Luego, todos los hongos se colocan en agua con sal en una proporción de 1 a 1. Esto eliminará la suciedad restante y los pequeños gusanos.
Método 1
Para esta receta, clasifique los champiñones y seleccione solo tapas pequeñas de 2-5 cm de diámetro. Enjuague cada tapón después de remojarlo en solución salina. Los sombreros están congelados frescos y enteros. Para hacer esto, solo necesita tomar bolsas de celofán limpias, extender las tapas en pequeñas porciones, quitar el exceso de aire de las bolsas y ponerlas en el congelador. Estos sombreros son ideales para decorar platos preparados o como base para una sopa de champiñones.
Método 2
Esta opción lleva más tiempo, pero vale la pena. Picar finamente las patas de los champiñones y freírlas en aceite vegetal junto con las cebollas y las especias. Luego enfríe la mezcla de hongos resultante y también empaquételo en bolsas pequeñas. Habiendo hecho una preparación de este tipo una vez, puede cocinar fácilmente deliciosas papas con champiñones y otros platos en cualquier momento.
Método 3
Los champiñones sobrantes se pueden congelar con esta receta, que es muy simple. Hervir los champiñones, colocarlos en una licuadora y triturarlos hasta obtener una papilla fina. Luego enfríe y coloque en pequeños recipientes o bolsitas. Es conveniente cocinar caviar de champiñones picados o agregar a una tortilla.