Quizás cualquier mujer que esté tratando de poner su cuerpo en forma comprenda la complejidad de la lucha contra los depósitos de grasa en el abdomen. Hacer ejercicio durante muchas horas en el gimnasio no dará resultados si no prestas atención a la dieta.
Comer las grasas adecuadas
Es necesario entender que no todas las grasas son enemigas de la figura. Las grasas monoinsaturadas no aumentan la grasa del vientre ni de la cintura. Estas grasas se encuentran en nueces, aceite de oliva, aguacates y chocolate amargo. Estos alimentos, cuando se combinan con alimentos ricos en fibra, pueden ayudar a mejorar la función intestinal y ayudar a aliviar la hinchazón.
Consumir productos lácteos
La proteína forma masas magras, es él quien se encuentra en los productos lácteos, lo que significa que las calorías que se obtienen de ella no se acumulan en el estómago.
El calcio y la vitamina D juegan un papel importante en el metabolismo, es decir, se encuentran en los productos lácteos. Son preferibles los productos naturales bajos en grasa.
Comer cereales integrales
No vale la pena renunciar al pan por completo. Deben preferirse los productos integrales. El magnesio y la fibra que contienen ayudarán a regular el metabolismo de las grasas.
Una dieta enriquecida con granos integrales ayudará al cuerpo a utilizar la glucosa de manera más eficiente, al disminuir su nivel en la sangre se desencadenará la quema de grasa corporal.
Beber líquidos
El agua es la mejor fuente de energía. Necesitas beberlo con más frecuencia y más. El agua mejora el metabolismo. Derretir agua es la mejor. Se prepara congelando en un recipiente de plástico y se consume después de descongelar durante el día.
Las bebidas carbonatadas, los jugos envasados, los jarabes y el alcohol deberán abandonarse. El consumo de café debe reducirse a dos tazas al día. Una alternativa al café es el té verde, que también contiene cafeína para ayudarlo a revitalizarse.
Comemos poco, pero a menudo
Debemos olvidarnos de las tres comidas al día. La dieta ideal es comer 5-6 veces al día. Por tanto, se reduce el volumen de comida y se aumenta la frecuencia.
El desayuno debe ser la comida más importante del día. Se come a más tardar una hora después de despertarse. Comer por la mañana acelera el metabolismo que se ralentiza por la noche.
Cena
No comer después de las 6 de la tarde es un estereotipo equivocado. Solo la cena debe tener lugar 3 horas antes de acostarse, pero debe renunciar a los alimentos grasos. La leche fermentada o la ensalada ligera son cenas ideales.
Nutrición y ejercicio
La mañana es el mejor momento para hacer ejercicio. Una taza de café sin crema ni azúcar antes de tu entrenamiento acelerará el proceso de quema de grasa y te dará fuerza para tu entrenamiento.
Para quienes prefieren hacer ejercicio por la noche, recuerden que deben transcurrir 2 horas entre comer y hacer ejercicio. Y después del entrenamiento, no se recomienda comer durante una hora y media.