Durante mucho tiempo se ha considerado que el postre ideal debe tener una pequeña cantidad de acidez. A las azafatas seguramente les gustará el bizcocho de arándanos, que es bastante ligero y tarda un poco en cocinarse.
Ingredientes:
- Harina de trigo de los grados más altos - 450 g;
- Mantequilla - 320 g;
- Arena de azúcar - 200 g;
- Huevos de gallina - 4 piezas;
- Azúcar en polvo - 60 g;
- Granos de sémola - 50 g;
- Azúcar de vainilla - 1 paquete pequeño;
- Aceite de girasol - 4 cucharaditas;
- Arándanos - 250 g.
Preparación:
- Si los arándanos están congelados, deben descongelarse y enjuagarse bien con agua tibia. Vierta agua en una cacerola y hierva, luego agregue bayas.
- Llevar a ebullición nuevamente, mantener el fuego durante 2 minutos.
- Colar bien los arándanos del agua, luego espolvorear con azúcar en polvo. Hervir nuevamente el caldo de arándanos con 60 gramos de azúcar granulada y una bolsa de azúcar de vainilla. Hervir el caldo a fuego medio durante otros 15 minutos.
- Vierta toda la harina en un recipiente hondo, haga un pequeño agujero en la parte superior, rompa allí los huevos de gallina, agregue el resto del azúcar y agregue la mantequilla derretida. Amasar una masa tierna con la mezcla resultante, dividirla en tres porciones.
- Ponga cada parte en una fuente para horno aparte, previamente engrasada con una pequeña cantidad de aceite de girasol y espolvoreada encima de sémola.
- Hornee las tortas en un horno precalentado a una temperatura de 160 grados durante unos 25 minutos.
- Después de hornear, deje que los pasteles se enfríen, luego coloque uno encima del otro, remojándolos previamente con jarabe de arándano.
- Vierta nuevamente el almíbar sobre la tercera capa del bizcocho y decore con una capa de arándanos y azúcar glass. Deje que el postre se prepare en el frío y solo entonces podrá servirlo en la mesa.