La cocina de pato es popular en países como Estados Unidos, Reino Unido y Suiza. Incluso cuentan con una cadena de restaurantes que ofrecen una carta bastante variada, que incluye platos elaborados con carne de pato.
La comparación entre los nutrientes de la carne de pato y otras carnes ha demostrado que el pato es mucho más saludable. Contiene cuatro veces más hierro que otras carnes y de 3 a 10 veces más vitamina A, lo que es especialmente beneficioso para las personas que usan una computadora con frecuencia o están expuestas a los gases de escape diarios de los automóviles. Además, la carne de pato contiene una gran cantidad de vitaminas B1 y B2, es decir, 100 gramos de carne de pato contienen del 25 al 28% de la dosis diaria requerida. Además, 13% de vitamina B6 y 7% de B12.
La grasa de pato contiene niveles más altos de ácidos grasos insaturados que otros tipos de grasa. Actúan como un antioxidante natural en el cuerpo y conducen a niveles más bajos de colesterol. La ingesta inadecuada de ácidos grasos insaturados puede provocar enfermedades del corazón, el cerebro, las arterias y los vasos sanguíneos, así como retraso mental en los niños y demencia en los ancianos.
Además, existe una gran ventaja en la producción de carne de pato. El punto de fusión de la grasa de pato es de solo 14 grados Celsius, que es mucho más bajo que la temperatura del cuerpo humano, mientras que la temperatura de fusión de la grasa de cerdo o de ave es de 45 y 37 grados, respectivamente.
En este sentido, el cuerpo humano absorbe mucho más fácilmente el pato, se procesa rápidamente y se excreta rápidamente, lo que reduce el riesgo de obesidad. El punto de fusión más bajo de la carne de pato permite que el plato se sirva incluso frío, sin perder el sabor.
Muchos desconocen los beneficios para la salud de la grasa de pato. Contiene 35,7% de ácidos grasos saturados, 50,5% monoinsaturados (alto contenido de ácido linoleico) y 13,7% de grasas poliinsaturadas (ácidos grasos omega-6 y omega-3).