El kéfir es uno de los productos lácteos fermentados más populares del país. Tiene una serie de cualidades útiles, pero muchos padres piensan en sus beneficios para los niños, ya que esta bebida contiene un pequeño porcentaje de alcohol. El kéfir está contraindicado para los bebés, pero para el resto, solo se beneficiará una bebida fresca de alta calidad con un pequeño contenido de alcohol.
Los beneficios del kéfir
La tierra natal del kéfir es Osetia del Norte, donde comenzaron a producir una bebida láctea fermentada basada en una masa madre única. Sus beneficios se evidencian en la salud y la larga vida de los montañeros, y los científicos confirman este hecho: el producto contiene una gran cantidad de bacterias prebióticas, cuyos análogos viven en el intestino humano. Favorecen la digestión, ayudan a asimilar los alimentos ricos en fibra, por lo que el kéfir combina bien con los cereales. Con la falta de estos cultivos lácticos, se desarrollan trastornos digestivos, que esta bebida cura.
El kéfir ayuda no solo con las enfermedades del estómago, sino también con el hígado, los intestinos y el páncreas. Acelera el proceso de digestión, tiene diuréticos y aporta al organismo grandes cantidades de proteínas. Se cree que esta bebida aumenta la inmunidad, fortalece el sistema nervioso y trata los trastornos del sueño. Además, hay estudios que demuestran que el kéfir reduce el riesgo de cáncer.
Todas las cualidades útiles enumeradas del kéfir son válidas tanto para adultos como para niños. El kéfir es una excelente fuente de calcio, este elemento mineral es muy importante durante el período de crecimiento del cuerpo. Además, esta bebida tiene un efecto relajante, calma a los niños demasiado activos y sobreexcitados. Es especialmente útil beber este producto lácteo fermentado para un niño que padece trastornos gastrointestinales.
Pero es importante saber que con una mayor acidez, el kéfir, por el contrario, está contraindicado.
¿Cuándo se puede dar kéfir a los niños?
A pesar de todas las ventajas enumeradas, el kéfir también tiene algunas desventajas que no nos permiten llamarlo un producto especialmente útil para niños de todas las edades. El kéfir contiene un pequeño porcentaje de alcohol, alrededor del 0,5%. Esta cantidad aumenta si el producto se mantiene caliente durante varias horas: la fermentación continúa y la cantidad de alcohol puede aumentar al 1.5%, y en el cuerpo del niño el proceso continuará, la concentración puede alcanzar el 3%.
Por lo tanto, los niños solo pueden recibir kéfir fresco, durante el almacenamiento del cual se observó el régimen de temperatura.
Este producto contiene una gran cantidad de caseína proteica gruesa, que es bien absorbida por el cuerpo adulto, pero no es adecuada para recién nacidos. Es difícil para un bebé digerir el kéfir, no solo las proteínas, sino también una gran cantidad de sales minerales, carbohidratos que no son similares a los de la leche materna, la proporción incorrecta de ácidos grasos representa un problema para el bebé. Por lo tanto, los médicos recomiendan administrar kéfir a partir de los ocho meses de edad.