El kiwi es una fruta exótica que se puede encontrar en las estanterías casi todo el año. Debido a su composición única, el kiwi es una excelente alternativa a las vitaminas sintéticas.
La composición de la fruta es muy diversa, lo que explica sus efectos beneficiosos sobre el organismo. Solo una fruta cubre la necesidad diaria del cuerpo de vitamina C (ácido ascórbico), lo que significa: fortalece el sistema inmunológico, reduce la probabilidad de resfriados y enfermedades infecciosas y previene el desarrollo de aterosclerosis.
Además del ácido ascórbico, el kiwi contiene vitamina A, que tiene un efecto beneficioso sobre la retina y la visión en general. Las vitaminas B aseguran el funcionamiento normal del sistema nervioso, ayudan a combatir la depresión y la fatiga crónica y mejoran la calidad del sueño.
Se recomienda a las personas con mayor estrés mental y físico que consuman 1-2 frutas al día.
La vitamina PP (ácido fólico) es indispensable para las mujeres que planean un embarazo.
También hay oligoelementos necesarios para el cuerpo en el kiwi. El hierro participa en los procesos de hematopoyesis. Gracias a él, se mantiene un nivel normal de hemoglobina en sangre. El potasio y el magnesio ayudan a mejorar el funcionamiento del sistema cardiovascular. El zinc tiene un efecto positivo en la condición de la piel, mejora la tez y previene la aparición de arrugas tempranas. 1-2 frutas serán un gran bocadillo para aquellos que están cuidando su peso.
El kiwi contiene mucha fibra, lo que significa que rápidamente te hace sentir lleno sin sobrecargar el cuerpo con calorías vacías. Para mejorar el funcionamiento del tracto gastrointestinal y con estreñimiento crónico, es mejor comer kiwi si no está pelado, sin olvidar lavarlo bien. La tarifa diaria es de 2-3 frutas por día.
Las contraindicaciones para el uso de kiwi son el aumento de la acidez del estómago y la intolerancia individual.