En Internet se pueden encontrar tantas recetas diferentes para hacer mermelada. Pero ninguno de ellos revela los secretos más importantes que nuestras abuelas nos guardaban, preparando frascos aromáticos con varios rellenos dulces para sus nietos. ¡Pero es precisamente el correcto cumplimiento de todos los requisitos a la hora de cocinar este postre lo que lo hace exactamente como lo adoramos en la infancia!
La mermelada es el producto casero más querido y delicioso que no requiere grandes gastos para su preparación. Este es el único postre que adoran tanto niños como adultos. Una de las cualidades importantes de este tipo de dulces es la capacidad de cumplir la condición principal: ser almacenados y no fermentados el mayor tiempo posible. Por lo tanto, al elegir las materias primas, es necesario prestar especial atención a su apariencia.
Para hacer la mermelada, debes utilizar frutas maduras, intactas, sin presencia de manchas oscuras en la superficie de la cáscara. Además, la preparación de las frutas y su cocción debe llevarse a cabo con una cuidadosa observación de las técnicas que se indican a continuación. En este caso, el producto resultante no solo conservará todo su sabor durante mucho tiempo, sino que también servirá como un buen suplemento vitamínico en las frías noches de invierno.
Las bayas más corrosivas deben manipularse con cierto cuidado. Primero, se eliminan todos los escombros, tallos y hojas. Luego, se llena un recipiente profundo con agua y se vierte la baya. Sacudiéndola un poco con la mano, las bayas comenzarán a flotar. Los sacamos, los ponemos con cuidado en un colador para que el agua sea un vaso de ellos. Las bayas que no estén muy dañadas (grosellas, cerezas, espino amarillo) se pueden lavar bajo el grifo con el mismo colador.
La mayoría de las frutas se hierven en jarabe de azúcar de varias concentraciones, y la mayoría de las bayas se pueden preparar espolvoreando con azúcar granulada.
Utensilios de cocina
Para cocinar la mermelada de acuerdo con todas las reglas, puede usar platos de acero inoxidable o aluminio. Pero la mejor opción sería un gran lavabo esmaltado, en el que es mucho más conveniente mezclar el contenido. No es recomendable utilizar utensilios de cocina de cobre. Aparece una flor verde en él al cocinar frutas y bayas ácidas, lo que afecta no solo la calidad de la mermelada, sino también su cuerpo.
Puntos para recordar al usar jarabe de azúcar
Las frutas y bayas no se pueden hervir durante mucho tiempo. Primero, los beneficios de esto serán mínimos. En segundo lugar, todo el jugo de las frutas estará en almíbar de azúcar, por lo que perderán su atractivo aspecto y, al consumirse, tendrán un sabor duro y seco.
Para evitar que esto suceda, las frutas y bayas se hierven varias veces, sumergiéndolas en almíbar. En cuanto hierva el almíbar con el contenido, se retira del fuego y se deja reposar un par de horas. En este caso, el almíbar nutrirá la fruta y no estropeará la mermelada en la cocción posterior. Cuando aparece una ligera flor blanca en la superficie de la mermelada durante la cocción, esto indica que es hora de quitar la espuma.
En ningún caso el jarabe de azúcar debe resultar oscuro o fibroso. Si el jarabe resultó ser exitoso, entonces será líquido y translúcido, y esto indica que la proporción de agua y azúcar se mantuvo correctamente.
Se requiere una clara adición de azúcar para preparar el jarabe:
- para la mermelada de grosella negra, fresa, frambuesa, cereza es necesario tomar ½ vaso de agua por 1, 5 kg de azúcar granulado;
- para mermelada de ciruelas, albaricoques y melocotones por 1, 5 kg de azúcar 2 ½ tazas de agua.
Cómo hacer almíbar
Hay un pequeño truco, gracias al cual el azúcar no se quema en los platos. Primero debes verter agua en el recipiente y prácticamente llevarlo a ebullición. Y solo después de eso, puede agregar azúcar al agua en pequeñas porciones, recordando revolver hasta que se disuelva por completo. Una vez que el azúcar se haya disuelto, déjelo hervir y retírelo del fuego. El almíbar está listo.
Cocinar mermelada
Aquí no se necesita una receta complicada, donde todo debe hacerse paso a paso. Todo es mucho más sencillo. Vierta las frutas o bayas lavadas, procesadas y picadas en un recipiente hondo (cuenco de esmalte) y vierta el jarabe resultante caliente, pero no hirviendo.
Para que la mermelada quede jugosa y fragante, dejamos el recipiente solo durante 3-4 horas para que las frutas y bayas se saturen de almíbar y al mismo tiempo le demos parte de nuestro jugo. A continuación, comienza el proceso de elaboración normal. Si el jarabe se preparó correctamente, entonces su fuerza no será superior al 70% y el punto de ebullición es de 106 ̊ С. Tan pronto como el punto de ebullición alcance los 107 ̊ С, la cocción debe detenerse.
Para comprobar si la mermelada está cocida o no, nos ayudará el método clásico. Para hacer esto, goteamos nuestra mermelada sobre una servilleta de papel. Si la gota no se extiende, todo está listo, y si los bordes están borrosos, debe continuar cocinando.
Esta es la receta más sencilla y comprensible que nos ayudó a hacer una mermelada muy sabrosa y saludable, que, a pesar del contenido calórico, gustará a todos los golosos.
Otra cosa útil es poner ácido cítrico o zumo de limón en la mermelada. Luego, la mermelada de frutas ácidas adquirirá un sabor delicado y un aroma cítrico, volviéndose mucho más sabrosa. Al mismo tiempo, el limón y el ácido cítrico ayudan a que la mermelada resultante mantenga su consistencia y no quede azucarada durante mucho tiempo.
Cómo almacenar mermelada preparada
La mermelada lista debe enfriarse y verterse fría ya en frascos que se han esterilizado con anticipación. No gire para evitar el moho. La mermelada debe respirar. Para hacer esto, cubra los frascos con pergamino grueso y átelos con un cordel. Guardar en un lugar fresco y seco.
La regla que nadie canceló
Nunca cocine mermelada si tiene la intención de cocinar otra cosa. No debe haber olores extraños en su cocina, de lo contrario, la mermelada los absorberá, lo que provocará un regusto desagradable cuando se use.
Usando todos los consejos enumerados anteriormente, obtendrá una mermelada real que su casero agradecerá. ¡Buen provecho!