Hay un viejo dicho: "Desayuna tú mismo, comparte el almuerzo con un amigo y dale la cena al enemigo". Como muestran los estudios modernos, este dicho no surgió de cero, y la dieta es de gran importancia para el organismo.
Mucha gente no come por la mañana, argumentando que el cuerpo no se ha despertado por la mañana y no tiene ganas de comer en absoluto. Y este es un gran error. El desayuno es la más saludable de todas las comidas. Todo lo que se come antes de las diez de la mañana es absorbido al máximo por el cuerpo y transformado en energía.
Solo necesitas acostumbrarte a desayunar, y preferiblemente a la misma hora. En este caso, el cuerpo se adapta al régimen y estará listo en un momento determinado para trabajar plenamente en la digestión de los alimentos y convertirlos en energía.
Los estudios han demostrado que las personas que desayunan tienen una tasa metabólica más alta, lo que ayuda a prevenir la obesidad. El desayuno se absorbe tanto como sea posible, por lo que debe constituir aproximadamente el 50% de la dieta diaria total.
El almuerzo se considera una de las comidas principales y es muy abundante para muchos. Sin embargo, no puede comer demasiado para el almuerzo, de lo contrario, la sensación de hambre surgirá más cerca de la hora de acostarse y la cena será demasiado tarde, y se desaconseja cenar antes de acostarse.
A la hora del almuerzo, el cuerpo no está tan activo como por la mañana, el sistema digestivo no funciona a su nivel máximo, el metabolismo se ralentiza, por lo que el almuerzo debe representar aproximadamente el 30% de la dieta diaria. La hora del almuerzo también debe fijarse, el cuerpo desarrolla un hábito y normaliza el trabajo del tracto gastrointestinal.
Necesita cenar con una cantidad mínima de comida, 4-5 horas antes de acostarse. Además, la comida debe ser fácilmente digerible. Durante el sueño, la secreción gástrica está completamente ausente, por lo que una cena abundante antes de acostarse puede causar sobreesfuerzo y agotamiento de las glándulas digestivas. Bueno, es extremadamente desfavorable comer por la noche, especialmente interrumpir el sueño para comer.
Para cuando te duermas, la comida debería estar completamente digerida. Además, una cena ligera contribuye a una adecuada sensación de hambre por la mañana, lo que te permitirá acostumbrarte rápidamente a la dieta.
Un horario fijo de las comidas y la distribución de su cantidad entre estas comidas son muy importantes para el funcionamiento normal del sistema digestivo, pudiendo evitarse muchas enfermedades.
Además, un requisito previo para una dieta saludable es una ligera sensación de hambre, que debe permanecer después de cada comida, la saciedad, y más aún, comer en exceso es muy perjudicial para el organismo.