Las manzanas son una de las frutas más saludables y deliciosas que tienen un alto contenido de fibra y vitaminas. Recomiendan saciar la sed y el hambre; sin embargo, muchas personas notan que después de comerlos, la sensación de hambre no desaparece, sino que por el contrario se intensifica.
Acción de las manzanas
El aumento del hambre después de comer manzanas se ha relacionado con varios factores. En primer lugar, el jugo de manzana aumenta la acidez del jugo gástrico, como resultado de lo cual se activa el apetito y, en consecuencia, una persona comienza a querer comer. En segundo lugar, las manzanas verdes y agrias tienen un alto contenido de ácido ascórbico, que también es un estimulante del apetito. Y en tercer lugar, la fibra de manzana mejora la actividad del tracto gastrointestinal, lo que conduce a una digestión acelerada de los alimentos y a la necesidad de rellenar el estómago vacío.
Para la saturación, se recomienda comer manzanas rojas dulces friables, que tienen mucho menos ácido ascórbico.
Para no sentir hambre después de comer manzanas frescas, se recomienda a los nutricionistas que den preferencia a las manzanas horneadas o chips de manzana secos. Contienen pocos ácidos que promueven la secreción de jugo gástrico, calman el tracto digestivo y lo saturan literalmente en un refrigerio. Para mejorar la sensación de saciedad, las manzanas horneadas se pueden combinar con azúcar, requesón o miel; sin embargo, este manjar será bastante alto en calorías, por lo tanto, es mejor para las personas que están a dieta excluir los ingredientes dulces.
Reglas de uso
De acuerdo con los estándares de la Organización Mundial de la Salud, es recomendable consumir no más de 500-700 gramos de diversas frutas por día. Sin embargo, en la temporada de manzanas, se pueden reemplazar por manzanas, y 500 gramos es la norma para las mujeres, y los hombres deben comer 700 gramos. Se recomienda comer las manzanas justo antes del almuerzo: el ácido ascórbico que contienen abrirá el apetito y la fibra llenará el estómago, lo que permitirá que una persona coma menos comida de lo habitual.
Si sigue la regla anterior, puede perder peso de manera efectiva y reducir la probabilidad de obesidad debido a la ingesta excesiva de alimentos.
Las manzanas deben comerse con la cáscara, ya que contiene el antioxidante quercetina, que, en combinación con la vitamina C, protege al cuerpo humano de los radicales libres. En cuanto a las semillas de manzana, que contienen una gran cantidad de yodo, se pueden consumir, pero no más de tres a cuatro manzanas al día. Además del yodo, las semillas de manzana también contienen ácido cianhídrico, que puede intoxicarse al ingerir varios kilogramos de esta valiosa fruta crujiente.