Las nueces son uno de los alimentos más importantes en una dieta consciente de la salud. Hasta hace poco, los frutos secos eran objeto de una persecución inmerecida: se les acusaba de tener demasiada grasa y exceso de calorías.
Instrucciones
Paso 1
Nuestro cuerpo no puede prescindir de la grasa. Los necesita, aunque solo sea porque nuestro cerebro tiene un 70% de grasa. Pero no todas las grasas son útiles: es necesario comer alimentos que contengan ácidos grasos insaturados omega-3. Las mejores fuentes de estas grasas son el pescado y la grasa de jengibre, las nueces y los aceites vegetales elaborados a partir de semillas o frutos secos.
Paso 2
Las hojas y el pericarpio de una nuez contienen muchas sustancias necesarias para el cuerpo humano: taninos, vitaminas C y E, alcaloides y caroteno. Los granos de nuez son ricos en aceite graso, proteínas y aminoácidos libres. También en el núcleo se encuentran las vitaminas E, K, P y C. Las nueces verdes contienen vitaminas de varios grupos y caroteno, y las nueces maduras son ricas en aceites esenciales, taninos, hierro y sales de cobalto. La cáscara de nuez contiene ácidos carboxílicos fenólicos, cumarinas, esteroides y película. La nuez mejora la memoria. Es un excelente remedio para el estreñimiento. Aunque las nueces contienen un 65% de grasa, reducen la grasa en sangre. Los ácidos grasos poliinsaturados contenidos en la nuez, junto con los minerales, se recomiendan para la hipertensión, la aterosclerosis y otras enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos. Incluso en los viejos tiempos, la nuez era la base para la preparación de pociones que aumentaban la fuerza sexual en los hombres.
Paso 3
El efecto nocivo de la nuez (granos) en el cuerpo de una persona sana es causado solo por su consumo excesivo. La presencia de una gran cantidad de proteínas y una gran cantidad de grasa en el grano de la nuez provoca reacciones alérgicas al comer en exceso. Con un consumo moderado (3-4 nueces por día), solo beneficia, y para algunas categorías de personas, las nueces pueden ser simplemente obligatorias como medicamento o como agente de advertencia.