Incluso un chef novato podrá cocinar pechugas de pollo con una costra de miel. La receta es simple y el plato resulta extremadamente sabroso. No es una lástima ofrecer un regalo así a los invitados.
Las pechugas de pollo son un producto dietético con muchos beneficios para la salud. Sin embargo, muchas amas de casa se quejan de que la pechuga cocida está demasiado seca. Puede servir pechugas de pollo inusualmente jugosas y fragantes con una costra de miel. El plato original seguramente atraerá a todos en casa.
¿Qué se requiere para preparar el plato?
En primer lugar, necesitas pechugas de pollo. Necesitan eliminar la piel y la grasa subcutánea. Es necesario retirar con cuidado la carne de los huesos, ya que solo se necesitan filetes para preparar el plato. Para acortar el tiempo de cocción, se recomienda batir ligeramente las pechugas.
Para 2 pechugas de pollo, tome 4 cucharadas de miel natural. Puede determinar la naturalidad de un producto recogiendo miel y vertiéndola sobre una superficie plana. La miel real formará una torreta que se esparcirá con bastante lentitud.
Las pechugas de pollo en salsa de miel quedarán especialmente sabrosas si la carne se marina previamente en vinagre balsámico. Para 2 pechugas de pollo, necesita unos 50 ml de vinagre.
Se toman al gusto sal, pimienta, ajo y otras especias. Es mejor freír las pechugas de pollo en salsa de miel en aceite de oliva. A diferencia de otras grasas vegetales, el aceite de oliva no emite carcinógenos durante el tratamiento térmico. Para preparar la salsa, necesitará un par de cucharadas de mantequilla o crema.
Cómo cocinar pechugas de pollo con corteza de miel
El filete preparado se corta en tiras de 2-3 cm de grosor, se mezcla la mitad de vinagre balsámico, la mitad de miel, sal, ajo picado y pimienta. Los filetes se transfieren a la mezcla resultante y el recipiente se cubre con una envoltura de plástico. La carne debe marinarse durante media hora.
Calentar el aceite de oliva en una sartén y freír los filetes hasta que se doren por ambos lados. La carne terminada se transfiere a un plato. Durante la fritura, la miel forma una costra en la superficie de la carne, que retiene el jugo. Por lo tanto, el filete resulta deliciosamente tierno y jugoso.
En una sartén limpia, derrita la mantequilla y agregue los restos de vinagre balsámico y miel. Calentar la salsa durante 3-4 minutos. Durante este tiempo, debe espesarse. Si lo desea, puede agregar sal, pimienta molida, hierbas frescas a la salsa.
Se vierten los filetes fritos con salsa de miel y se sirven. El pollo crujiente con miel combina bien con papas hervidas y verduras guisadas.