El almíbar es un ingrediente fundamental para la elaboración de repostería. Depende de su densidad (densidad) para qué fines se utilizará. Hay seis muestras de la densidad del jarabe de azúcar, que se pueden preparar secuencialmente en un proceso de cocción.
Instrucciones
Paso 1
Pon una olla de agua y azúcar al fuego en una proporción de uno a uno. Se elimina la espuma resultante. Es conveniente cuando se forma espuma en un solo lado, por lo que la sartén se desplaza ligeramente en la estufa para un calentamiento desigual. Cuando se haya recolectado toda la espuma, continúe preparando el almíbar hasta obtener la consistencia deseada.
Paso 2
Para la primera muestra (gota pegajosa), el almíbar no se lleva a ebullición, solo se disuelve completamente el azúcar hasta obtener una masa transparente. El contenido de agua de este jarabe es del 50%.
Paso 3
La segunda muestra (hilo fino) se hace cuando el almíbar ha hervido durante un tiempo. Enfríe la gota y fíjela entre el índice y el pulgar. Si separa los dedos, se extraerá el almíbar con un hilo fino. El contenido de agua es del 25%.
Paso 4
Si continúa cocinando el almíbar, se volverá cada vez más denso y podrá hacer una tercera muestra. La gota entre los dedos se verá como un hilo grueso, lo que indica que el contenido de agua ya es del 15%.
Paso 5
El almíbar se hierve a fuego lento, revolviendo constantemente para que no se queme. La cuarta prueba (pelota blanda) y las siguientes se realizan de forma diferente. Tomar un poco de almíbar con una cuchara y enfriar en agua fría. Si logra hacer rodar una bola blanda, puede estar seguro de que solo queda el 10% de agua.
Paso 6
Con la quinta muestra se obtiene una bola sólida, esto indica que la densidad del jarabe se ha vuelto aún mayor, y el contenido de agua ha disminuido y es del 5%.
Paso 7
Si el jarabe se hierve más, el agua casi se evaporará, solo quedará el 2%, después de la sexta muestra, el jarabe enfriado se convertirá en caramelo. Lo principal es cocinarlo para que quede frágil y no se pegue.