Las bolas de queso fritas son fáciles de preparar y se adaptan tanto a la mesa festiva como a la diaria. Este bocadillo crujiente atraerá tanto a adultos como a niños. En 15 minutos de un pequeño trozo de queso es posible preparar un plato completo de globos jugosos y picantes.
Es necesario
- - queso - 200 gramos;
- - huevos (proteínas) - 3 piezas;
- - harina o pan rallado;
- - aceite vegetal: el volumen depende del plato elegido.
Instrucciones
Paso 1
Puede elegir cualquier queso para un refrigerio crujiente, según sus preferencias de sabor. Lo ideal es holandés o ruso. Rallar el queso en un rallador fino.
Paso 2
Separe con cuidado las yemas de las claras. Batir el último con una batidora hasta que se forme una espuma persistente. Está permitido agregar yemas al plato, pero luego las bolas son menos aireadas y jugosas.
Paso 3
Combine la masa de proteína batida con queso rallado, mezcle bien la composición; debe ser homogénea y pegarse bien. Haga rodar bolas de cualquier tamaño.
Paso 4
Caliente el aceite vegetal en un bol. Se necesita mucho, al menos 1/3 de la capacidad. Las bolas deben estar completamente cubiertas de aceite. Para que el aperitivo cuaje bien, el aceite debe calentarse lo suficiente.
Paso 5
Para empanizar, puede utilizar harina o pan rallado. En este último caso, el aperitivo resulta más crujiente y retiene mejor el relleno y la forma, el queso no se escurre.
Paso 6
Enrollar las bolas preparadas en el empanado y poner en aceite caliente. Cocine el aperitivo hasta que la corteza esté dorada durante aproximadamente 1-2 minutos.
Paso 7
Cubrir el plato con una servilleta de papel, poner encima las bolas fritas para que la mantequilla quede de cristal. Puede decorar el aperitivo con hierbas finamente picadas si lo desea. Las bolas de queso se sirven y se consumen recién cocidas calientes.