El capuchino es originario de Italia, según la leyenda, fue inventado por monjes capuchinos de Roma. La bebida es un café con leche, batido en una espuma espesa, y hoy su preparación no requiere mucho esfuerzo.
Es necesario
Espresso, leche
Instrucciones
Paso 1
Prepara un espresso. Este café vigorizante es la base de la mayoría de las bebidas de café y es el punto de partida para un buen capuchino. Necesitarás una máquina de café. Agregue de siete a ocho gramos de café al soporte, apisone. Recibirá una tableta comprimida a través de la cual debe pasar agua. Ajuste la temperatura a noventa grados y la presión a nueve bares. Como resultado, obtendrá unos cuarenta mililitros de espresso, después de lo cual puede proceder a otras acciones (dependiendo de la taza de capuchino, es posible que necesite varias porciones de espresso).
Paso 2
Tome un vaso alto y llénelo un tercio con leche fría. Es aconsejable utilizar leche con alto contenido de grasa (cuatro a seis por ciento). Encienda la capuchina y compruebe la presión y el vapor. Si no hay vapor, es posible que se haya agotado el agua del barril. Lleva un vaso a la capuchina mientras está funcionando y empieza a sumergirlo poco a poco en la leche. Recuerda que nunca debe tocar el fondo. Batir la leche hasta que esté espumosa (unos diez segundos). Si lo sobreexpone, la espuma burbujeará y el capuchino no resultará tan atractivo como en un café.
Paso 3
Tome una taza corta y ancha y llénela dos tercios de espresso. De un vaso de leche, vierta la espuma encima del café con una cucharada, sin revolver. Si su taza es transparente, terminará con dos capas de café y leche claramente separadas.
Paso 4
Diversifica tu bebida. Puede espolvorear el capuchino con canela, cacao o clavo. Las especias le darán un sabor y aroma brillantes. Además de ellos, puede agregar varios jarabes a su gusto (viértalos en la etapa de agregarlos a una taza de espresso).