La leche de almendras es cada día más popular. Desafortunadamente, no contiene la misma cantidad de calcio que el bovino común. La mayoría de las veces, los vegetarianos eligen la leche de almendras, ya que no contiene grasas animales y es completamente segura para cualquier edad.
La leche de almendras ayuda a controlar el peso. Una taza de leche de almendras contiene solo 60 calorías, a diferencia de las 146 de la leche entera, lo que hace que este tipo de leche sea un excelente sustituto para ayudarte a perder kilos de más o mantener tu peso actual.
La leche de almendras mantiene tu corazón sano. Este tipo de leche está libre de colesterol y grasas saturadas. También es bajo en sodio y alto en grasas saludables (como los ácidos omega), que ayudan a prevenir la presión arterial alta y las enfermedades cardíacas.
La leche de almendras mantiene los huesos fuertes. Contiene menos calcio que la vaca, pero tiene una gran cantidad de vitamina D, lo que reduce el riesgo de artritis y osteoporosis y ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Tu piel se vuelve radiante y aterciopelada. La leche de almendras contiene el 50 por ciento de la cantidad diaria recomendada de vitamina E, que es famosa por sus propiedades antioxidantes. Estas propiedades protegen la piel de la exposición a los rayos dañinos y al ambiente externo.
La leche de almendras ayuda a que el sistema digestivo funcione sin problemas. Esto se debe al alto contenido de fibra.
La leche de almendras no contiene lactosa. Puede ser consumido por personas con intolerancia a la lactosa.
Esta leche sabe mejor que la leche de vaca. Muchos describen este sabor como fresco y único. La leche es muy agradable y quieres beberla una y otra vez.
