El espresso es una bebida de café muy popular en todo el mundo. Se elabora mediante una máquina de café, pasando agua muy caliente a mayor presión a través de un filtro con café molido. Para que el espresso resulte realmente delicioso, debes seguir estrictamente las reglas para su preparación.
Utilice únicamente café recién molido. Recuerde que debe moler los granos de café durante no más de un minuto, de lo contrario, el polvo comenzará a quemarse y el sabor de la bebida se echará a perder. Además, no olvide que en unos minutos después de la molienda, la mayoría de los aceites esenciales se evaporarán del café en polvo y el café perderá su aroma único. Por eso, cuando empieces a preparar un espresso, ¡no te distraigas! Mida y dé forma al café expreso correctamente. Para hacer esto, vierta de 7 a 9 gramos de café molido en un recipiente en porciones (llamado cuerno o soporte), nivele la superficie dando golpecitos con el dorso de la mano contra el borde del recipiente. Luego presione para que el café molido forme una estructura densa y monolítica. El prensado se realiza con poco esfuerzo, con un dispositivo especial: un sabotaje. Inserte el soporte con la porción preparada de café molido en la máquina de café, presione el botón correspondiente. Recuerda presionarlo lo antes posible. Si transcurren más de 2 segundos desde el momento de la fijación del soporte hasta el prensado, el café comenzará a arder y el espresso se estropeará irremediablemente. La calidad de la bebida resultante se puede juzgar por el tipo de chorro que fluye de la nariz del portador. Debe ser de color marrón dorado, uniforme, estrecho, aceitoso, ligeramente fibroso. Si el chorro de café es ancho y ligero, esto es un indicador de que los granos de café no están bien molidos. Bueno, un chorro fino y demasiado oscuro indica un molido demasiado fino o un prensado demasiado fuerte con témpera, así como un exceso de café en polvo. Una porción de espresso terminado es de aproximadamente 40 mililitros. Un indicador inequívoco de su "idealidad" es el tipo de espuma. Debe ser uniforme, denso y uniforme, con un tinte marrón dorado. También debe haber un aroma distintivo de granos de café recién molidos. Un amargor picante levemente perceptible, una sensación de frescor y un "bouquet" de aceites esenciales: estas son las sensaciones que evoca el sabor del espresso de alta calidad. Por último, pero no menos importante, comience a beber su espresso inmediatamente después de prepararlo.