En una calurosa tarde de verano, es muy agradable beber una copa de vino ligero. No solo refresca, sino que también tiene muchas propiedades beneficiosas. Incluso hay un concepto separado de enoterapia: el tratamiento del vino.
Los beneficios del vino
La composición de sustancias beneficiosas para el organismo depende no solo del color del vino, sino también de su crianza. Gracias a las barricas de roble en las que se crían los vinos tintos, la bebida contiene una gran cantidad de taninos, que le confieren cierta astringencia al paladar. Saturan el cuerpo humano con vitaminas y aminoácidos esenciales. Beber vinos tintos reduce la probabilidad de ataques cardíacos recurrentes y también ayuda a prevenir el cáncer. Además, el vino tinto es un excelente antioxidante y bioestimulante que ayuda a restaurar la sangre en caso de anemia.
Durante la estación fría, el vino tinto ayudará contra los resfriados. Para hacer esto, caliente un vaso de vino tinto, agregue clavo, canela, nuez moscada y una cucharadita de miel; la bebida antiviral está lista.
Se recomienda utilizar vino blanco para personas propensas a enfermedades del sistema cardiovascular. Ayuda a que los vasos sanguíneos recuperen la elasticidad, lo que reduce el riesgo de trombosis. Además, los vinos blancos son ricos en vitamina B y ácidos orgánicos que estimulan el sistema digestivo.
Otra propiedad beneficiosa del vino blanco es su efecto beneficioso sobre la función cerebral: mejora la memoria, la percepción y la agudeza mental. Por tanto, podemos decir que el uso de vinos blancos contribuye a la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
El vino también puede ser beneficioso cuando se usa tópicamente. Las mascarillas, envolturas y baños de vino ayudarán a solucionar el problema de la celulitis. Hoy en día, el masaje con vino y el peeling de vino son cada vez más populares.
Todo va bien con moderación
Ciertamente, las propiedades medicinales del vino serán beneficiosas si se consume en cantidades razonables. Es mejor beber vino con las comidas, no más de 150 ml por día. Muchos médicos recomiendan diluir el vino con agua. Vale la pena recordar que el vino tinto no es deseable para los asmáticos, ya que contiene un conservante: dióxido de azufre.
No se puede beber vino para personas con gastritis o úlceras de estómago, trastornos mentales y migrañas. Es muy indeseable beber vino para mujeres embarazadas y lactantes. Esta bebida también tiene un efecto negativo en quienes buscan adelgazar. El vino es bueno para la salud, pero debe tomarse como un medicamento que se puede tomar en dosis limitadas.