El vino tinto seco puede ser muy beneficioso para los humanos. Eso sí, con un uso moderado (por ejemplo, un vaso en la cena). Incluso el gran Hipócrates usaba el vino tinto como antiséptico, diurético y sedante. Los científicos modernos también han identificado y probado numerosas propiedades curativas del vino tinto seco.
El vino tinto seco contiene una cantidad considerable de los elementos más importantes para la salud y la vida de las personas. En primer lugar, los aminoácidos y los productos químicos son necesarios para la normalización del metabolismo, el desarrollo, el crecimiento y la protección de las células. Además, el vino tinto contiene magnesio, que estimula el trabajo del músculo cardíaco; hierro, salvándose de la anemia; cromo, que promueve la síntesis de ácidos grasos; zinc, que normaliza la acidez; rubidio, que elimina los elementos radiactivos del cuerpo.
El uso de vino tinto con fines medicinales
Debido al alto contenido de nutrientes, el vino tinto se usa activamente con fines medicinales. Apoya la actividad cardíaca, dilata los vasos sanguíneos, previene el desarrollo de aterosclerosis, reduce los niveles de colesterol. Si se consume con regularidad, el vino tinto eliminará gradualmente las sustancias nocivas de los vasos sanguíneos.
El vino tinto seco, que contiene muchos taninos, ayuda en caso de trastornos gastrointestinales y ayuda a eliminar sustancias tóxicas del organismo.
Para las personas con anemia, se recomienda beber 2 vasos de vino tinto al día. Con la deficiencia de vitaminas, el vino tinto proporcionará al cuerpo los aminoácidos, oligoelementos y vitaminas necesarios.
El vino caliente (una bebida hecha con vino tinto caliente) funciona bien para tratar resfriados, gripe e incluso neumonía. El vino tinto mejora la formación de sangre. Además, el vino aumenta el apetito, normaliza el metabolismo (que, a su vez, ayuda a normalizar el peso), mejora el funcionamiento del tracto gastrointestinal.
El vino tinto seco normaliza el sueño, ralentiza el proceso de envejecimiento. Ayuda a prevenir el cáncer, cura la caries dental y la enfermedad de las encías.
La moderación es la clave para la salud
Al mismo tiempo, es necesario observar la medida en el uso del vino: no más de dos o tres vasos al día para los hombres y no más de una y media para las mujeres. Idealmente, un vaso es suficiente a la hora de la cena. Además, hay que recordar que solo el vino natural y de alta calidad elaborado con uvas tintas maduras aporta beneficios para la salud. Dichos vinos incluyen Cabernet francés, Sauvignon, Pinot Noir. Este último, por cierto, es una especie de "elixir de juventud".
Sin embargo, el abuso de cualquier vino, incluso el de la más alta calidad, traerá daño en lugar de beneficio, convirtiendo sus propiedades curativas en dañinas. No está de más escuchar a los franceses (y son, como saben, grandes conocedores del vino), que bromean diciendo que el vino puede curar todas las enfermedades menos el alcoholismo.