El perejil es conocido por sus propiedades beneficiosas y su extraordinario sabor picante. Básicamente, esta vegetación se utiliza como decoración y condimento para varios platos. Incluso con tratamiento térmico, el perejil no pierde sus propiedades. Prepara estas verduras saludables para todo el invierno, porque hay varias formas de almacenarlas.
Es necesario
- - perejil;
- - sal;
- - bancos;
- - bolsas de plástico para congelar.
Instrucciones
Paso 1
Clasifique el perejil, elimine los restos y las hojas oscuras (si las hay). Lave bien las hierbas con agua corriente. Coloque el perejil sobre papel o toallas de tela y déjelo secar por completo. Luego, pique las verduras al azar. Necesitará sal gruesa y frascos limpios. Empiece a apilar las verduras picadas en capas en frascos. Espolvoree cada capa con sal y apisone bien con un empujador o un rodillo. Solo queda cerrar bien los frascos con tapas de plástico y ponerlos en el refrigerador. Este método te ayudará a conservar las hojas de perejil durante todo el invierno. Recuerde que las verduras son muy saladas, por lo que debe agregarlas con cuidado a las sopas y otros platos (quizás el condimento sea suficiente).
Paso 2
Para conservar el perejil y todas sus propiedades beneficiosas, puede secar las verduras. Clasifique el perejil y deseche las hojas amarillentas y ásperas, lave las hierbas con agua corriente fría. Luego esparcir todo el perejil en manojos medianos y atar, colgar en un lugar bien ventilado y oscuro. En ningún caso, no seque las verduras al sol, ya que el perejil se desmorona y adquiere un color desagradable. Secados de acuerdo con las reglas, las verduras se desmoronan ligeramente cuando se exprimen. El perejil seco se puede picar o pulverizar y almacenar en frascos herméticamente cerrados que no dejan pasar la luz. Los verdes no perderán su color y aroma.
Paso 3
El perejil congelado no tiene fecha de caducidad, lo que no se puede decir de otras frutas del huerto. Además, las verduras congeladas conservan todo su sabor y propiedades nutricionales. Este método de almacenamiento le permitirá abastecerse de hierbas aromáticas hasta que aparezca una nueva cosecha. En primer lugar, las verduras deben lavarse con abundante agua fría y secarse bien. Coloca el gallo en bolsas pequeñas y envíalo al congelador (puedes cortarlo previamente). No es necesario apisonar las verduras con fuerza en las bolsas. Evite volver a congelar.