A algunas personas les encanta beber té caliente con miel, ya que creen que esta bebida cura los resfriados y mejora la inmunidad debilitada. Pero pocas personas saben que la miel fresca y las altas temperaturas son absolutamente incompatibles entre sí. Esto se debe al hecho de que el agua hirviendo destruye las sustancias que componen la miel e incluso la vuelve peligrosa para la salud.
Té y aditivos
Los científicos creen que agregar azúcar al té no siempre está justificado, ya que, según las estadísticas, las personas que beben té negro sin él tienen menos probabilidades de contraer cáncer. Esta regla no se aplica al té verde: el azúcar solo mejora las propiedades curativas positivas de esta bebida y mejora la absorción de las catequinas contenidas en el té verde.
Las catequinas son poderosos antioxidantes naturales que se encuentran tanto en el té verde como en el negro.
Gracias a las catequinas, se neutraliza la acción de los radicales libres, que interrumpen el funcionamiento de las células del cuerpo y provocan el desarrollo de tumores malignos. Además, las catequinas retrasan el desarrollo de insuficiencia cardiovascular y diabetes. Al mismo tiempo, el té contiene muchas más catequinas que las verduras y frutas, sin embargo, cuando se agrega leche al té que está más caliente de lo necesario, los beneficios de las catequinas se pierden notablemente. La leche crea un efecto negativo sobre el potencial antioxidante del té y reduce significativamente su efecto terapéutico junto con los beneficios inmunoestimulantes generales.
El daño del té con miel
La miel es mucho más saludable que el azúcar; por esta razón, a menudo se agrega al té y se bebe para los resfriados. Los científicos dicen que esto no debe hacerse, ya que las temperaturas superiores a 40 grados destruyen por completo la diastasa (una enzima valiosa en la miel) y una temperatura más alta oxida la fructosa contenida en la miel y la convierte en carcinógeno. El producto de oxidación puede provocar el desarrollo de tumores malignos en el tracto gastrointestinal, por lo tanto, se desaconseja poner miel en té caliente, ya que la bebida es bastante y dañina y, de hecho, es veneno.
Para que el cuerpo absorba completamente la miel, debe comerla con una cuchara, regada con agua tibia, para que no pierda sus muchas propiedades beneficiosas.
Lo mismo se debe hacer con el limón, que bajo la influencia de las altas temperaturas también pierde vitamina C y muchos otros componentes útiles que se destruyen con el agua hirviendo. Para que el limón le dé todas sus vitaminas sanas y salvas, se debe poner en el té ya ligeramente enfriado.
Sin embargo, si la vida no es agradable sin té con miel, a veces se puede utilizar, por ejemplo, como remedio para el insomnio. Dé un paseo antes de acostarse y beba una deliciosa bebida por la noche para ayudarlo a relajarse y calmar rápidamente su sistema nervioso. Si siente un ligero sudor, significa que la miel ha comenzado a eliminar las toxinas acumuladas de los músculos y la ingesta del "medicamento" no fue en vano.