Un desayuno tradicional suele consistir en café o té y unos bocadillos de salchicha y queso. Hay pocos beneficios de este tipo de alimentos. Con un poco de imaginación, puede preparar no solo un desayuno delicioso, sino también saludable.
Tomará un poco de tiempo hacer un sándwich con requesón de manzana. En un rallador grueso, frote una manzana pequeña junto con la piel. El puré resultante se rocía con jugo de limón para que no se oscurezca. Se mezcla queso suave o requesón (100 g) con miel (1 cucharadita) y se agrega al puré. Extienda esta masa sobre una tostada. ¡Sabroso y saludable!
Un producto útil para el estómago es el salvado. El pan de salvado con relleno de sándwich picante es un desayuno abundante y rápido. Tome 200 g de requesón, dilúyalo con 2 cucharadas de leche entera. Pele un tomate grande y córtelo en cubos. Una cebolla se pica en una licuadora o se ralla. Los tomates y las cebollas se mezclan con requesón. Se agregan verduras picadas a la masa al gusto y se sala. La mezcla se extiende sobre pan de salvado.
Algunas personas pueden amar el desayuno campesino griego, que es sencillo y abundante. Para prepararlo necesitarás un tomate y un pepino, además de 2 huevos duros y queso feta. Los huevos, el tomate y el pepino se cortan en rodajas y se colocan sobre rodajas de pan blanco en rodajas finas. Espolvorea con queso rallado encima.
¿Qué más puedes preparar para el desayuno de forma rápida y sabrosa? Por ejemplo, muesli con avena y fruta. La manzana y la pera se frotan en un rallador grueso y se cubren con copos de avena. Montar la nata, añadirle un poco de miel y verterla sobre el muesli. La parte superior se puede espolvorear con almendras ralladas o nueces trituradas.
Abandone el café habitual, reemplácelo con té: fruta, verde, con hierbas. Use miel en lugar de azúcar para endulzar.