Cornel son bayas rojas oblongas con una gran cantidad de propiedades medicinales. Se han utilizado en la medicina popular y en la cocina desde tiempos inmemoriales; fueron mencionados en sus obras por Avicena e Hipócrates.
Estas pequeñas bayas maravillosas son ricas en vitaminas C, P y ácidos orgánicos, especialmente ácidos ascórbico y málico. Contiene taninos, sustancias nitrogenadas y pectínicas, aceites esenciales, fructosa y fibra. Gracias a esta composición, el cornejo tiene un efecto beneficioso sobre la salud humana, enriqueciendo el organismo con nutrientes y ayudándolo a deshacerse de muchas enfermedades. No es casualidad que muchos productos para astronautas se preparen a partir de estas increíbles bayas.
Entonces, las bayas de cornejo son muy útiles para los resfriados: tienen propiedades antipiréticas y antisépticas. Ayudan con la anemia, ya que aumentan el nivel de hemoglobina y protegen contra la anemia. También alivian los problemas digestivos gracias a los fitómidos, sustancias antibacterianas especiales. Son buenos para las personas con indigestión, acidez estomacal y falta de apetito.
Cornel se consume mejor fresco, de esta manera ingresan más vitaminas y nutrientes al cuerpo. Para poder consumirlo todo el año, basta con congelar las bayas o molerlas con azúcar. En este último caso, por 1 kg de cornejo, debe tomar 2 kg de azúcar granulada. Es necesario almacenar el cornejo rallado en el refrigerador.
También puede preparar decocciones a partir de frutos y hojas de cornejo, que son útiles a altas temperaturas durante los resfriados, la bronquitis o la gripe. Y el jugo de cornalina se recomienda para personas que padecen diabetes, ya que las bayas de esta planta pueden reducir los niveles de azúcar en sangre. Las bebidas Cornel también ayudan a acelerar el metabolismo en el cuerpo, eliminan toxinas y toxinas del mismo.
Además, las bayas de cornejo se utilizan a menudo para preparar diversas salsas y salsas para platos de carne. Las salsas de frutos rojos van especialmente bien con aves y ternera. El cornejo también hace deliciosas jaleas, mermeladas y compotas.