La vitamina D es un elemento importante para el funcionamiento normal del cuerpo, con su falta, el proceso de formación ósea se interrumpe, por lo que no se debe subestimar su importancia.
La presencia de vitamina D en el cuerpo es necesaria para mantener los niveles requeridos de fósforo y calcio en la sangre, que están involucrados en la formación de tejido óseo. En condiciones normales, con una dieta buena y equilibrada, ingresa al cuerpo con los alimentos y también se sintetiza en la piel bajo la influencia de la luz solar, pero en algunos casos existe la necesidad de una ingesta adicional.
La norma diaria de vitamina D es de 5 a 10 mcg, pero en algunos casos la necesidad aumenta: en mujeres embarazadas y lactantes, durante la menopausia, con falta de luz solar, es necesario aumentar su consumo.
La falta de vitamina D es especialmente peligrosa para los niños: un cuerpo en crecimiento necesita una mejor nutrición, de lo contrario se desarrollan enfermedades de los huesos y la piel: raquitismo, psoriasis. En las etapas iniciales de la deficiencia de vitamina D, los bebés presentan alteraciones del sueño, aumento de la sudoración, retraso en la dentición y cierre tardío de la fontanela. Luego hay un debilitamiento del tono muscular, posteriormente se une el ablandamiento y deformación de los huesos de las extremidades inferiores, la columna vertebral y las costillas. Otra enfermedad que provoca la deficiencia de vitamina D es la osteoporosis, que es más común en las personas mayores. Con esta enfermedad, la absorción de minerales esenciales en el cuerpo se ve afectada y la densidad ósea disminuye.
En la mayoría de los casos, basta con cambiar la dieta y prestar más atención a la recreación al aire libre, sin recurrir a una ingesta especial de esta vitamina. Una nutrición adecuada, con la inclusión de alimentos ricos en vitamina D en la dieta, juega un papel importante en la normalización de su nivel en el organismo. La mayor cantidad de esta vitamina se encuentra en las variedades grasas de pescados de mar: caballa, arenque, atún, fletán. Es necesario comer en cantidades suficientes productos lácteos fermentados, requesón, quesos, mantequilla y aceite vegetal, huevos de gallina.
Debe recordarse que la hipervitaminosis D tiene un fuerte efecto tóxico en todos los órganos y sistemas de una persona, lo que puede conducir al desarrollo de enfermedades crónicas.
Los productos lácteos son ricos no tanto en vitamina D como en calcio y fósforo, pero son muy importantes para el desarrollo normal del esqueleto. La vitamina D también se encuentra en las papas, la avena, las hierbas verdes y los hongos. Sin embargo, la mayor parte de esta vitamina se encuentra en productos animales, por lo tanto, los partidarios de una dieta vegetariana tienen más probabilidades de sufrir hipovitaminosis D. La vitamina D no se destruye durante el tratamiento térmico, por lo que no existen restricciones ni peculiaridades en la cocción.
En casos más graves, cuando las medidas tomadas no dan el efecto deseado para compensar la falta de esta vitamina, los médicos prescriben una vitamina en forma de fármaco. Al mismo tiempo, una sobredosis de vitamina D también es muy peligrosa, con su exceso en el cuerpo, son posibles alteraciones en el funcionamiento del hígado, los riñones, el desarrollo de hipertensión, insuficiencia cardíaca y pérdida de peso. A menudo, los pacientes están preocupados por la picazón, las náuseas, los vómitos y la diarrea. Tales síntomas se desarrollan con la ingesta incontrolada de esta vitamina, sin la recomendación de un médico.
