Un desayuno adecuado prepara al cuerpo humano para la actividad diurna y lo llena de sustancias útiles necesarias para una vida plena durante todo el día. El desayuno debe ser sabroso y lo más saludable y nutritivo posible.
Instrucciones
Paso 1
El desayuno debe ser ligero. Evite comer muchas grasas y carbohidratos. Conducen a un aumento brusco del azúcar en sangre, como resultado de lo cual un aumento a corto plazo de la actividad es reemplazado abruptamente por fatiga y somnolencia. No se salte la comida de la mañana. En las personas que no ingieren alimentos durante mucho tiempo después de despertarse, el metabolismo se ralentiza, los niveles de azúcar en sangre bajan, la atención disminuye y la memoria se deteriora. La hora ideal para desayunar es de 7 a 9 am. Pero no comas demasiado. Un desayuno muy abundante conducirá al hecho de que una fuerte sensación de hambre se despierta a la hora del almuerzo debido a una fuerte liberación de la hormona insulina en el torrente sanguíneo.
Paso 2
La cantidad de calorías por desayuno debe ser aproximadamente del 20 al 25% de la dieta diaria. Pero al calcular, tenga en cuenta su peso, edad y estilo de vida.
Paso 3
Un desayuno saludable debe ser equilibrado y contener todas las sustancias y oligoelementos necesarios para el organismo: 1/3 de la proteína diaria, 2/3 de los carbohidratos y menos de 1/5 de la grasa. La proteína asegurará el funcionamiento del sistema muscular y le aliviará el hambre durante mucho tiempo. La fibra inicia el proceso digestivo. Los niveles bajos de grasas insaturadas tienen propiedades antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento. Empiece la mañana con un vaso de agua limpia sin gas. Pondrá en marcha los mecanismos necesarios en su cuerpo y mejorará la digestión.
Paso 4
La mejor opción para el desayuno sería una papilla con frutas o nueces. Puedes reemplazarlo con muesli. Gracias a este desayuno no tendrás hambre durante mucho tiempo. Los carbohidratos complejos proporcionan energía al cuerpo durante mucho tiempo. Además de los cereales, conviene comer verduras o frutas, legumbres, huevos, pasta y productos lácteos. Serán útiles las ensaladas con la adición de brotes de trigo, guisantes o trigo sarraceno. Experimente con diferentes combinaciones de ingredientes para encontrar comidas deliciosas y saludables.
Paso 5
Elimina el café de tu desayuno. Es especialmente dañino beberlo con el estómago vacío. Afecta negativamente el estado del estómago, provoca irritación de la membrana mucosa y liberación excesiva de ácido clorhídrico, lo que conlleva cambios irreversibles en el trabajo del tracto digestivo. Si dejar el café le parece demasiado difícil, beba una taza de esta bebida media hora después de comer.
Paso 6
Acostúmbrate a tu segundo desayuno. Incluya tostadas integrales, queso, nueces y frutas secas.