Has traído a casa del bosque una presa magnífica: un montón de agáricos de miel. Se pueden encurtir, freír y guisar con patatas. Pero, como cualquier hongo laminar, no es muy adecuado para el secado. Por lo tanto, existe una excelente forma de almacenamiento a largo plazo: la congelación.
Es necesario
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- Champiñones frescos;
- congelador (-18 ° C);
- recipientes o bolsas de plástico para almacenar alimentos.
Instrucciones
Paso 1
Al recoger hongos en el bosque, no se apresure a cortarlos lo más rápido posible. Los hongos de miel, por regla general, crecen en familias enteras en lugares cubiertos de musgo cerca de los tocones (de ahí su nombre), a menudo se rocían con follaje. En primer lugar, retire el follaje de los hongos y recorte cuidadosamente las piernas de los hongos con un cuchillo afilado a tal distancia para que no haya contacto con el suelo y las piernas estén limpias. Examine cada sombrero en busca de escombros y quítelo. Coloque los champiñones en la canasta de manera ordenada, con los platos hacia abajo. Esto le ayudará a ahorrar tiempo y esfuerzo al congelar hongos.
Paso 2
Coloque los champiñones secos y bien pelados en casa. Por tanto, no se recomienda lavarlos antes de congelarlos.
Paso 3
Colocar las setas limpias y secas clasificadas en recipientes de plástico o bolsas de plástico y colocarlas en el congelador, distribuyéndolas uniformemente sobre él y sin superponerlas. Entonces los hongos se congelarán rápidamente y no se deformarán. Una vez que los champiñones estén completamente congelados, los paquetes o contenedores se pueden apilar de forma compacta uno encima del otro.