Cherry es la hermana menor de la cereza dulce. Por lo tanto, no es de extrañar que sea casi imposible distinguir entre estas dos bayas a primera vista. Sin embargo, esto debe hacerse, porque los beneficios de las cerezas y los beneficios de las cerezas son dos temas diferentes, aunque hay algo en común entre las dos culturas.
Increíble pigmento de antocianina
Hablando de los beneficios de las cerezas, en primer lugar, es necesario mencionar la antocianina, una sustancia que proporciona el rico color rojo de la cáscara de la cereza. No solo promueve una mejor asimilación de la baya, sino que también tiene una amplia gama de efectos en los humanos. Entonces, la antocianina tiene propiedades antioxidantes y protege a las células de los procesos que conducen a su envejecimiento prematuro. Además, tiene propiedades antisépticas y, por lo tanto, al ingresar al tracto digestivo humano, mata las infecciones intestinales y de disentería en menos de una hora. Y una ventaja más de este pigmento es fortalecer las paredes tanto de los capilares más pequeños como de los vasos grandes.
Cumarinas, pectina y más
Los beneficios de las cerezas son obvios para quienes padecen anemia. Esta baya es como creada por la naturaleza para tratar la anemia: el hierro, el cobre, el magnesio, junto con las vitaminas B y C, aumentan el nivel de hemoglobina en la sangre. Además, cuanto más ácida es la cereza, más pronunciadas son sus propiedades beneficiosas.
No debemos olvidarnos de las cumarinas, tan ricas en cerezas. Estos son compuestos orgánicos que dañan el cuerpo en grandes cantidades, y en "dosis" moderadas solo lo benefician. Entonces, en las cerezas, las cumarinas están presentes en pequeñas cantidades, lo que significa que reducen la coagulación sanguínea y minimizan el riesgo de coágulos sanguíneos.
La pectina, que también es rica en cerezas, mejora la motilidad intestinal. El ácido clorogénico permite que los riñones y el hígado funcionen normalmente.
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Las propiedades beneficiosas de las cerezas se conocen desde hace mucho tiempo. Desde tiempos inmemoriales, nos han llegado recetas sencillas pero eficaces. Por ejemplo, las infusiones de hojas de cerezo ayudarán a detener el sangrado de diversos orígenes. Un caldo con leche traerá alivio a quienes padecen enfermedades del hígado.
Con hidropesía, gota, edema y otras dolencias asociadas con un alto contenido de urea en el cuerpo, las propiedades diuréticas de los tallos de la baya roja vendrán al rescate. Favorecen la eliminación del exceso de líquido del organismo y tienen un leve efecto astringente.
Los amantes de la cereza pueden disfrutar y beneficiarse de comer cerezas incluso en invierno. Para ello, basta con congelar las frutas frescas y dejarlas para que se almacenen en el congelador. En la estación fría, ayudarán a reforzar el sistema inmunológico y se olvidarán de los resfriados, porque con este "crio-tratamiento" las cerezas retienen un conjunto completo de minerales y vitaminas.
Los beneficios de las cerezas también son apreciados por los cosmetólogos, quienes recomiendan hacer mascarillas rejuvenecedoras y lociones para la piel calmantes a partir de sus frutos. Existen pocas contraindicaciones para su uso: es diabetes mellitus, obesidad y algunas enfermedades gastrointestinales asociadas a alta acidez.