No en vano, la avena se considera una de las más útiles: contiene muchos oligoelementos y vitaminas necesarios para la salud. Sin embargo, como cualquier otro alimento, la avena contiene una cierta cantidad de calorías. Es por eso que quienes siguen su figura deben consumirlo correctamente.
Beneficios de la avena
En primer lugar, los beneficios de la avena son su alto contenido en fibra, que ayuda a normalizar el proceso de digestión en el organismo. Esta sabrosa papilla es indispensable para las enfermedades gastrointestinales.
Es especialmente útil para quienes padecen gastritis o úlceras, ya que, al entrar en el estómago, la avena envuelve suavemente sus paredes y protege la mucosa de la irritación.
La avena también ayuda a limpiar el cuerpo: eliminan perfectamente toxinas y toxinas. Es por eso que es aconsejable incluir papilla de ellos en el menú mientras toma antibióticos. La avena, cuando se toma con regularidad, también ayuda a normalizar los niveles de colesterol en sangre y, como resultado, previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. La avena también ayuda con la acidez estomacal.
La avena contiene muchos oligoelementos que aseguran el funcionamiento normal del cuerpo humano. Son ricas en potasio, zinc, fósforo, yodo, sodio y hierro. También contienen vitaminas B6, E, D, PP, tiamina, riboflavina y caroteno, que es responsable del estado de la piel y el cabello.
Esta composición hace que la avena sea simplemente un plato insustituible para la prevención y el tratamiento de muchas enfermedades, incluido el cáncer. Es útil comerlo para la anemia, indigestión, fatiga e insomnio. La avena también se incluye en el menú para personas con diabetes.
Cómo comer avena correctamente para no engordar
El contenido calórico de la avena es ligeramente superior al de otros cereales. 100 g de este producto contienen 342 kcal, lo que supera, por ejemplo, el valor energético del trigo sarraceno o del arroz. Y si agrega productos adicionales en forma de mantequilla o azúcar a la papilla de avena, su contenido calórico será aún mayor.
Es por eso que para quienes tienen miedo a engordar, lo mejor es comer avena exclusivamente para el desayuno en ayunas, o al menos antes del almuerzo. Gracias a esto, este producto te cargará de energía durante todo el día, enriquecerá el organismo con una gran cantidad de sustancias útiles y al mismo tiempo no afectará la figura.
Los carbohidratos complejos que se encuentran en la avena se convierten gradualmente en glucosa, lo que mantiene un impulso de energía durante mucho tiempo.
Además, es mucho más útil cocinar la avena no en leche, sino en agua. En lugar de mantequilla, puede agregar aceite de oliva y reemplazar el azúcar con miel. Bueno, si tal plato no le apetece, puede agregarle algunas bayas frescas o trozos de fruta. La avena, por ejemplo, va bien con una jugosa manzana o melocotón. Este desayuno es ideal para una variedad de dietas o durante un ayuno estricto.
Para evitar aumentar de peso con la avena, tampoco se debe comer con ningún producto horneado. Tampoco se recomienda utilizar esas papillas de avena que son suficientes para cocinar al vapor con agua hirviendo, ya que contienen más conservantes que sustancias útiles.