Hay una serie de vitaminas y minerales que nos dan una sensación de tranquilidad. Estas sustancias, que se encuentran en los alimentos habituales, ayudan a afrontar las emociones negativas y a mantener una actitud positiva ante cualquier situación.
Instrucciones
Paso 1
Los alimentos ricos en fibra tienen un efecto beneficioso no solo en el proceso de digestión, sino que también normalizan el funcionamiento del sistema nervioso. Por lo tanto, asegúrese de incluir panes integrales, cereales integrales, verduras frescas, frutas y bayas en su menú diario.
Paso 2
El fósforo es el mineral más importante que alivia bien la tensión muscular y la irritabilidad nerviosa, estimula activamente la actividad mental. Esta sustancia se encuentra en pescado, cereales, legumbres, subproductos (hígado, riñones).
Paso 3
El fortalecimiento del sistema nervioso está directamente relacionado con la cantidad de hierro en el cuerpo. Para reponer las reservas de este oligoelemento, use trigo sarraceno, carne de res, hígado, espinacas, manzanas, albaricoques.
Paso 4
La deficiencia de calcio puede dificultar la transmisión de los impulsos nerviosos y hacer que una persona se vuelva irritable. Para prevenir esta afección, incluya en su dieta leche fermentada y productos lácteos, legumbres (frijoles, guisantes, lentejas) y nueces.
Paso 5
El magnesio participa en la síntesis de neuropéptidos en el cerebro. Este elemento se encarga de transmitir las señales de frenado desde el centro (cabeza) hacia la periferia (nervios y músculos del cuerpo). La falta de suficiente magnesio conduce a la sobreexcitación del sistema nervioso y a la pérdida de fuerza. Las principales fuentes del oligoelemento son las verduras frescas, las hierbas, las gachas de trigo sarraceno y mijo, la cebada y las legumbres.
Paso 6
Las vitaminas B alivian la tensión nerviosa. Agregue vegetales verdes (pepinos, calabacín, repollo, apio) y frijoles al menú.
Paso 7
Los aminoácidos (ácido glutámico, glicina, triptófano, tirosina) tienen un efecto específico sobre el funcionamiento del cerebro. Estas sustancias calman los nervios y normalizan el sueño. Se encuentran en quesos duros, huevos, pescado, leche, patatas y plátanos.