Desde la antigüedad, los frijoles han sido valorados por su excelente sabor, propiedades nutritivas y curativas. Es especialmente rico en azufre, que es necesario para enfermedades bronquiales, infecciones intestinales y enfermedades de la piel. El enlatado le permite conservar casi todas las vitaminas y nutrientes que contienen los frijoles y abastecerse de este útil producto para el invierno.
Es necesario
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- 3 kg de judías verdes tiernas;
- 80% de esencia de vinagre (dependiendo del número de latas);
- 150 g de sal.
Instrucciones
Paso 1
Revise los frijoles tiernos y seleccione las vainas con cáscaras carnosas y semillas poco desarrolladas, retire las vainas dañadas por insectos y estropeadas. Enjuáguelos bien con agua fría y córtelos un poco, luego corte las vainas en trozos de unos 4-5 centímetros de largo
Paso 2
Llene una cacerola de 6-7 litros con agua fría. Ponlo al fuego y deja que hierva el agua. Luego sumerja los frijoles picados en agua hirviendo durante 5-7 minutos. Mientras los frijoles se escaldan, prepare una solución de sal al 5%. Para ello, disuelva 150 gramos de sal en tres litros de agua
Paso 3
Con una espumadera, retire con cuidado los frijoles del agua caliente y refrigérelos inmediatamente transfiriéndolos a agua fría (los frijoles debidamente preparados se vuelven de color verde oscuro y se vuelven elásticos). Apisone las piezas con fuerza en frascos limpios hasta sus hombros y llénelos con una solución de sal caliente al 5%, luego cubra los frascos con una tapa. Esterilice los frascos de frijoles sin sellar en agua hirviendo durante media hora. Al final de la esterilización, agregue 80% de esencia de vinagre a los alimentos enlatados (agregue una cucharada de esencia a un frasco de un litro)
Paso 4
Enrolla las latas y dales la vuelta, cúbrelas con una manta y déjalas como están hasta que se hayan enfriado por completo. Luego, coloque la comida enlatada en el armario o en el sótano para guardarla (la habitación debe estar oscura y fresca). Antes de comer frijoles enlatados, asegúrese de drenar todo el líquido del frasco, enjuague bien los frijoles o déjelos en remojo durante al menos 4-5 horas en agua fría. Después de remojar, puede comenzar a cocinar inmediatamente, por ejemplo: freír los frijoles en aceite con verduras o un huevo. El sabor de los frijoles se parecerá a los frijoles frescos, diferenciándose solo por un ligero tinte amargo.