Los champiñones son una de las pocas variedades de hongos que se han cultivado con éxito. En gran medida, esto se debió a su sencillez y seguridad. El champiñón se puede comer crudo sin temor a intoxicarse. Pero todavía tienes que limpiarlo antes de eso.
Instrucciones
Paso 1
Los champiñones pequeños de un par de centímetros de tamaño no necesitan magia especial sobre ellos mismos. Tome un cepillo y cepille cada hongo de los restos de tierra adherida. Use un cuchillo afilado para refrescar el corte. Corta los champiñones en rodajas del tamaño que quieras, o mejor aún, déjalos enteros. La piel que cubre las tapas de los hongos pequeños es tan fina que no tiene sentido quitarla.
Paso 2
Es otra cuestión si te encuentras con champiñones de 4-5 cm y más. La tapa de tales hongos está cubierta con una piel delgada que no se ablanda bien durante el tratamiento térmico, por lo que es mejor quitarla. Primero cepille el hongo para quitarlo de la tierra atascada. Luego tome un cuchillo en sus manos, levante la piel del borde de la tapa y tire de ella hacia el centro del hongo. Corta el extremo del tallo del hongo. Cuanto más tiempo haya estado el hongo en el refrigerador, más necesitará cortarlo. El tejido de hongos seco lento no se volverá sabroso con ningún método de cocción.
Paso 3
Si se quita la falda de la pierna, depende de usted. Es comestible y seguro, pero a algunas personas no les gusta estéticamente. Partiendo de él, a veces se eliminan las placas marrones ubicadas en la parte inferior de la tapa. Pero son los platos los que le dan al champiñón su característico sabor a champiñón. Piense por sí mismo en lo que es más importante para usted: el sabor o la estética del futuro plato.
Paso 4
Un debate particularmente acalorado es en torno al lavado de hongos. Se sabe que los hongos, como una esponja, absorben agua. Algunas personas prefieren simplemente sacudir los hongos del suelo, evitando que entren en contacto con el agua. Otros no se imaginan cómo es posible no lavar el producto que ha estado en contacto con el suelo, enjuagan a fondo e incluso empapan las setas. La verdad en esta disputa, como suele suceder, se encuentra en algún punto intermedio. Tome los champiñones en un puñado, colóquelos bajo agua corriente, enjuáguelos rápidamente y luego séquelos con un paño de cocina. Así que te deshaces de la suciedad y no le das a los hongos la oportunidad de mojarse.