Las aceitunas junto con las semillas solo pueden ser consumidas por personas con un estómago e intestinos sanos. Un par de tales huesos no dañará la condición de una persona, pero tampoco se beneficiarán de ellos.
Beneficio o daño
La dieta de una persona con un sistema digestivo sano es mucho más variada que la de alguien que padece algún tipo de dolencia. Por lo tanto, una persona sana no sentirá ningún cambio al comer aceitunas deshuesadas. Este producto se considera inofensivo, no tóxico, pero no particularmente saludable para la nutrición. Para las personas con intestinos lentos, así como para quienes padecen enfermedades adhesivas, estreñimiento y otras dolencias digestivas, los huesos de las aceitunas pueden dañar y provocar una exacerbación de la enfermedad. Con una acidez estomacal débil, los huesos de aceituna pueden afectar la digestión de los alimentos y causar cólicos, flatulencias y otros síntomas desagradables.
Las personas con patologías intestinales, por ejemplo, con tendencia a formar divertículos, deben tener mucho cuidado, ya que incluso las semillas pueden dañarlas, provocando una exacerbación de la enfermedad.
Puede ahogarse con una semilla de olivo, y una cáscara agrietada puede rayar los delicados tejidos del estómago y otros órganos, ya que son delgados y se lesionan con facilidad. Algunas variedades de aceitunas tienen huesos grandes con bordes afilados. No deben comerse, ya que difícilmente pasarán por el esófago y los intestinos. Los huesos pequeños y lisos de aceitunas, consumidos en pequeñas cantidades, no dañarán a una persona sana. Son los huesos pequeños dentro de la pulpa grande y gruesa de la fruta los que son indicativos de una variedad de aceituna de calidad.
Los huesos de las aceitunas son bastante duros y densos, por lo que no son digeridos por una enzima digestiva. Existe la opinión de que contienen las mismas sustancias útiles que las semillas, nueces y otros granos. Pero estas sustancias solo se pueden obtener triturando el hueso. De esta forma, será completamente seguro y hasta cierto punto útil. Además, la semilla de la semilla de olivo contiene un 12% de aceite y en las paredes hasta un 5%.
Solicitud
Las semillas de olivo se utilizan en la medicina popular como compresas o almohadillas térmicas, por ejemplo, para la inflamación muscular y el dolor de espalda causado por el atrapamiento de los nervios. Los huesos triturados de las aceitunas se mezclan con parafina o cera, se colocan en una almohadilla térmica de goma y se colocan en un lugar dolorido durante 20-30 minutos hasta que se enfríen por completo. En este caso, los huesos aportan grandes beneficios para la salud de una persona, eliminando su dolencia, a diferencia de la ingestión.
Además, las semillas de olivo son muy utilizadas en cosmetología, formando parte de diversas mascarillas, exfoliantes y otras preparaciones para la piel.